Generalmente (así se ha hecho siempre en mi casa) el niño pide un regalo grande y otros pequeñitos, para amenizar la velada y que la apertura de regalos sea más longeva. El gran regalo son los 16 puntos de ventaja y la suplencia de Casillas, la del “capone” a Antón Meana, la lucha con la prensa, el divorcio con Florentino, el esperpento de la carrera por el balón de oro, la eliminatoria de copa, entre otros, son los regalos “extra”. Lejos queda la final de la Supercopa de España que vendría a ser el pequeño trozo de carbón.
Todo esto no
habría sido posible sin la gran labor de Tito Vilanova, que tiene unas largas
vacaciones para recuperarse y volver más fuerte aún (¡difícil, eh!) y sin la
actitud de unos jugadores que desde hace 5 años no se han cansado de ganar y
jugar un futbol excelso.
Hace 6 meses
sufrimos un duro golpe. Uno más. El adiós de Guardiola. El artífice principal
de la mejor época del Barça nos dejaba después de que el Real Madrid ganara la
mejor liga de la historia con 100 puntos y 121 goles a favor. Ponía el punto
final a 4 años en el que se ganaron: 2 champions, 3 ligas, 2 copas del rey, 3
supercopas de España, 2 supercopas de Europa, 2 mundiales de clubs, Messi
ganaba 3 balones de oro, 2 botas de oro, Guardiola recibía la Medalla d’Honor del Parlament de Catalunya
y el club era reconocido año tras año como uno de los equipos que ha hecho
historia en el fútbol mundial.
¿Ha sido fácil? En absoluto. Si dejamos a un lado dificultades deportivas, que los rivales han puesto muchas, este equipo en tan solo un año ha sufrido las lesiones graves de: Fontàs, Afellay y Villa. Y dos enfermedades vitales con recaída, Abidal y Tito.
Humanamente este grupo ha sufrido más que nadie. Igual por eso es tan fuerte, tan grande y tiene esa capacidad de sobreponerse a los golpes. Tito ha firmado el mejor arranque en la historia de la liga, está invicto y suma 49 de 51 puntos. No es que los jugadores no se cansan de ganar, que tengan un hambre insaciable, que sean grandes profesionales… Es mucho más fácil que eso. No se cansan de luchar, ni en el fútbol ni en la vida. Ahí está la clave del éxito.
Números, victorias, títulos y derrotas aparte, este grupo ha cambiado la mentalidad de su público. Tras el adiós de Guardiola hubo quien preveía un futuro negro. El grupo, de la mano de Tito, ha demostrado que, peti qui peti tiene seny, pit i collons para rato. Así que, #ÀnimsTito, #ForçaBarça y por supuesto, #gràciesMou.
Publicado por @santiovalle