Hace unos 10 años que leo, día sí día también Mundo Deportivo. Mi padre lo compraba yendo al trabajo y cuando volvía a casa, incluso antes de saludarlo, ya le estaba pidiendo que me lo diera. Me permitía estar informado de todo lo que rodeaba al Barça en un momento donde apenas sabía manejar Internet.
Mi obsesión por leer una treintena de páginas dedicadas a mi equipo acentuaba en verano, cuando no había liga y necesitaba urgentemente ligeras dosis de Barça. Cuando hice 18 años, gracias a la Generalitat, que quería promover la lectura, me suscribí a este diario de forma gratuita durante un trimestre. No había nada como leer el periódico aún con pijama mientras desayunaba. Esta suscripción se ha alargado (pagando) hasta ahora, que tengo 20 años. Claramente salía mucho más barata la suscripción que comprarlo en el quiosco los 365 días.
Pero actualmente me he cansado. Ya no disfruto leyéndolo, ya no abro las primeras páginas con ilusión. No sé si esta fatiga se debe a la bajada del nivel del periodismo deportivo más comercial o si esto ha sido siempre así y ahora (por fin?) he madurado. O quién sabe si es sólo algo temporal. El caso es que tengo previsto darme de baja de la suscripción, o al menos no renovar el contrato cuando me lo ofrezcan dentro de escasos meses. Hay veces que ya me pongo de mala leche sólo ver la portada, especialmente cuando sale un Neymar del que sólo hablan cuando marca goles, pero sobre quien callan cuando lo expulsan absurdamente. Cuando hay 'virus FIFA' y no tienen nada que decir, en lugar de ampliar con otros deportes o equipos o sencillamente hacer menos páginas, parece que nos encontramos en el día de la marmota: dos páginas para Neymar (o posible fichaje estrella de turno), 4 estadísticas que sacan de su base de datos, 6 fotografías sobre el entrenamiento de la selección, algunas declaraciones de futbolistas (suelen ser tópicos), un famoso valorando quién merece el Balón de Oro, un par de páginas criticando el Madrid de una forma muy subjetiva y dos páginas más para el Espanyol (más por cortesía que por otra cosa). El resto es publicidad, artículos de opinión a menudo poco relevantes y una viñeta casi siempre aburrida y previsible. Todo ello sin contar con el autobombo que se hacen, sea sobre el tema que sea: disparan 1000 rumores y 999 son falsos, pero si hay uno solo de cierto se cuelgan la medalla y escriben: "Como ya avanzó Mundo Deportivo... ". Con dos cojones.
Si el problema fuera exclusivamente de Mundo Deportivo me pasaría al Sport y me quedaría tan ancho, pero la competencia es igual o incluso más lamentable. La prensa deportiva, a nivel general, vive un momento muy crítico. Debe ser difícil ser periodista hoy en día, porque tal y como yo lo veo, están muy pendientes de que no les echen, cobran una miseria, están sometidos a la influencia de todo tipo de intereses (lo que reduce su libertad y creatividad) y los clubes cada vez son más herméticos (en parte por culpa de la propia prensa). Pero la falta de rigor, el hecho de esperar la noticia en lugar de irla a buscar o el circo que han montado algunos a menudo no tienen nada que ver con los puntos expuestos anteriormente. En su momento ya me cansé de "Deportes Cuatro" de los Manolos y ni que decir que no he aguantado nunca más de 2 minutos viendo "Punto Pelota". El otro día, cuando se supo la recaída de Tito Vilanova, la mayoría de periodistas pedían respeto y confidencialidad, pero al mismo tiempo el medio donde trabajan iba publicando fechas y horas erróneas sobre el momento en el que sería intervenido el entrenador del Barça. Por citar otro ejemplo, durante unos días parecía más importante tener el récord de goles en un año natural que no seguir líderes en la Liga. Por todos es sabido que los hooligans utilizan la excusa del fútbol para fomentar la violencia, y que al fin y al cabo les da igual si su equipo juega con 3-4-3 o con portero-delantero, siempre que su hígado esté bien satisfecho y puedan generar un ambiente de pánico. Pero ahora tenemos un fenómeno peor: los "neohooligans", que en mi opinión son aquellos que utilizan el fútbol simplemente para discutir si Piqué debe estar con Shakira o no, o si Messi celebra los goles con Villa, siempre desde un punto de vista subjetivo, prácticamente con la bufanda de su equipo atada al cuello. Está bien informar de todo tipo de detalles, siempre y cuando éstos no dejen de ser detalles. Pero la polémica y los rumores generan ingresos y cualquier pequeño detalle se magnifica, dejando prácticamente en un segundo plano lo que es el deporte en sí.
Es por eso que no me extraña que cada vez los clubes quieran aislar más a sus futbolistas de los medios de comunicación. Porque además, algunos pretenden hacer su trabajo sin dar nada a cambio (sólo hay que recordar el alboroto de las radios para poder entrar a los estadios). Primero te manipulan unas declaraciones y luego te piden que los atiendas al finalizar el partido. Es cierto que sin la prensa el fútbol no sería un deporte tan masivo. También es cierto que muchos jugadores / entrenadores / directivos lo han utilizado para limpiar su imagen. Pero los tiempos han cambiado. Ahora un futbolista para hacer declaraciones no necesita ningún micrófono, sino sólo un teléfono móvil o un ordenador: hace un tuit o un comentario en Facebook y ya está. Los periodistas reclaman que se hagan más ruedas de prensa, cuando realmente el futbolista tiene poco que ganar haciéndola. Lo que diga puede tener muchas repercusiones negativas y debe ir con pies de plomo. De ahí vienen sus respuestas en forma de tópico, más allá de que muchos futbolistas tengan una capacidad de oratoria bastante limitada.
En clave Barça, los medios de comunicación no deben olvidar que si bien Barça y prensa dependen el uno del otro como conjunto, no es así a nivel individual. Es decir, el Barça podría vivir sin Mundo Deportivo, pero Mundo Deportivo no podría vivir sin el Barça. El club tiene la sartén por el mango, e incluso tiene un canal de televisión propio (aparte de TV3, quiero decir) y una revista para hacerse difusión. Por lo tanto, si el club no ofrece suficiente ruedas de prensa, creo que lo más razonable es acatarlo. Y luego está la otra queja por parte de los profesionales de la información: "Es que los jugadores ahora sólo hablan después de rodar un anuncio de la marca QUE LES PAGA". Claro, faltaría más. Pero ellos en vez de boicotear estos actos hacen difusión y ayudan a cavar su propia tumba.
Mourinho siempre decía que lo que más admiraba de Inglaterra era que los partidos sólo duraban 90 minutos; apenas había previa o postpartido a nivel mediático. Dejando de lado que es una frase bastante hipócrita teniendo en cuenta cómo se sirve él de la prensa, tenía toda la razón. Porque ni siquiera hay diarios deportivos allí; tienen revistas mensuales. No necesitan llenar 20 páginas de un solo club cada día, y por tanto no tienen la necesidad de sacar noticias de la nada.
Entiendo perfectamente que esto es un negocio y que se han de vender cuanto más ejemplares mejor. Y si todo esto tiene éxito es porque a la gente lo compra. En este sentido, nada que decir, pero que no cuenten conmigo a partir de ahora. Los 3 o 4 buenos artículos que hay cada día en Mundo Deportivo o las escasas primicias que puedan tener no me compensan el tiempo ni el dinero invertido. Para estar informado tiraré de las páginas web y de Twitter. Y si algo me ha de llegar a casa, que sean ediciones como "Proyecto Panenka", una revista que huye de las polémicas diarias y se centra, con entrevistas y relatos históricos, en este deporte sin el cual nuestra vida no tendría ningún sentido.
Publicado por Albert Bosch | Racó Blaugrana