Entonces, tras una sorprendente derrota inicial ante Suiza (0-1), la selección española pudo ser primera de grupo gracias a las victorias sobre Honduras (2-0) y Chile (2-1). David Villa, que acababa de fichar por el Barça, marcó tres goles e Iniesta, el otro. Tanto en los octavos como en los cuartos de la cita de Sudáfrica, a la futura campeona le valió un solitario gol del Guaje para superar a Portugal (1-0) y a Paraguay (1-0).
En las semifinales, Carles Puyol emuló el legendario cabezazo del 2-6 en el Bernabéu para noquear a Alemania cuando el partido agonizaba. Y aún más sufrida fue la final para España. Un gol de Andrés Iniesta en la segunda parte de la prórroga decidió contra Holanda (1-0). Un milagro como el que el '8' azulgrana había obrado en Stamford Bridge un año antes.
El balance del Mundial fue de 8 goles barcelonistas para España, todos los que marcó en el Mundial. En la presente Eurocopa se repite la historia: uno de uno.