El Clásico más allá de las palabras: Leo Messi vs. Cristiano Ronaldo

Cristiano Ronaldo: Confianza en sí mismo (Postura erguida), Desconfianza (Cuando escucha, ceño fruncido y mandíbula presionada), Tensión (Evita la mirada cuando le preguntan), Artificialidad (Sonrisa profesional) e Indiferencia (Proyección labial). Leo Messi: Duda, timidez (Se encoge de hombros), Intranquilidad (Se toca continuamente la oreja, la nariz o el pelo), Mensaje poco comprensible (Tono y vocalización baja), Empatía y cordialidad (Sonríe al principio y final de cada intervención) e Impaciencia, miedo a la exposición (Balanceo permanente).



1. Rebeldía contra mesura

No hablamos de su manera de jugar, de regatear ni de encarar los partidos, pero su manera de comunicar tiene mucho de todo ello. De hecho, tanto CR7 como Messi son líderes comprometidos con los colores y los micrófonos, pero cada uno con su estilo. El del Madrid, descarado, al descubierto, joven, seguro y competitivo. El del Barça, apocado, humilde y moderado.

2. A CR7 le sobra un regate

Cristiano es la antítesis de Messi. Cabeza alta, mirada directa y lengua rápida, es capaz de hablar solo con sus ojos y su boca. Como le sucede en el campo, capaz de todo en 1 minuto: aparecer cuando más se le necesita y expulsarse con un pisotón en la misma jugada. No hay control ni de contenido, ni de formas. Para unos eso le engrandece porque le acerca al mito rebelde y para otros, le perjudica porque le sobreexpone en zonas peligrosas: micrófonos, cámaras, etc. Como los grandes astros, nunca conviene mirarlo demasiado cerca porque deslumbra en exceso.

3. Messi y sus gestos de niño grande

El dos veces balón de oro, y hoy camino del tercero, representa lo difícil que resulta madurar en la dimensión comunicativa de los futbolistas. La mirada al suelo, el discurso plano, o la excesiva timidez, son una muestra de humildad, cierto, pero también de una ausencia de contenido y de madurez comunicativa, también importante en la corta vida de un futbolista. Un poco más de preparación, de proyección y su estrella será completa.

4. CR7 y Messi se necesitan

No juegan en el mismo pero sí a lo mismo. Forman parte de una especie en vías de extinción, sucumbida por el músculo y el control excesivo del fútbol moderno. Mientras exista uno el otro vivirá. Desde hace tiempo, cada uno comparece en los medios pensando en el otro, como si estuviera delante. Se buscan con la mirada, se gustan y ahora además se necesitan.

5. En permanente fuera de juego

Los errores de uno, prepotencia y soberbia, son también sus aciertos, sinceridad y autenticidad. Los del otro, humildad y sencillez, pelean con la timidez y lo introvertido. Son raros porque viven para el balón, tienen talento y así se les reconoce, pero en lo comunicativo, ninguno consigue el desmarque correcto, el tono preciso, la palabra exacta y el control. Son los mejores, pero sin quererlo están en fuera de juego.

INFO | El Clásico más allá de las palabras (estudio completo)
Fuente | Comunicar es ganar