Si lo hace Mourinho...
2010-11-03
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Chulo, prepotente... son muchos los adjetivos despectivos que ha usado un sector de la prensa de Barcelona (no conviene meter a todos en el mismo saco) cada vez que el bueno de José Mourinho se ha cruzado en el camino del Barça. Antes que la campaña de desprestigio retome su objetivo gracias a la proximidad del 'Clásico', Guardiola se ha encargado de recordar que él también tiene sangre, que es humano y que por ello, también se equivoca. Puede ser que tuviera razón, que alguien debería haberle dicho a Solbakken que el que juega con fuego se acaba quemando y que no tiene sentido todo lo que montó en la previa el noruego para caldear el ambiente. Lo único cierto es que no era el momento de hacerlo.
Con las pulsaciones elevadas y la mente aún en caliente, el de Santpedor se acercó al técnico del Copenhague para recriminarle su actitud. Los jugadores daneses se emplearon con vehemencia, incluso algunas veces rayaron la violencia, pero Guardiola que se ha tirado varias semanas alabando al Copenhague y jactándose de conocer todas las virtudes de este equipo no debería de sorprenderle todo esto.
Hace unas semanas escribía Damsam en este mismo portal un artículo titulado 'Guardiola o el mojigatismo mal entendido' en el que se criticaba la excesiva modestia del técnico culé. Decía Jean-Paul Richter que "la memoria es el único paraíso del que no podemos ser expulsados", por eso conviene tirar de hemeroteca y recordar que en sus años de futbolista Guardiola fue un jugador que encadiló a todos con su visión de juego y su capacidad de liderazgo, pero también tuvo un lado oscuro que le ha llevado a ser el culé que más rojas ha visto en la Liga. En definitiva, una carrera como la de cualquier jugador, con luces y sombras, algo a lo que tampoco puede escapar ningún entrenador. No quiero decir que Guardiola sea agresivo, simplemente que como capitán del Barcelona también protagonizó episodios para olvidar (la pantomima de las semifinales de Copa del 2000) y que los que le conocen bien dicen que el que hemos visto hasta ahora no es el verdadero Guardiola.
Sea así o no, no quiero imaginar qué tipo de portadas habrían dedicado hoy 'Sport' y 'Mundo Deportivo'. Los que ahora excusan a Guardiola seguro que habrían pronunciado con alegría: "¿Lo ves?, esto es propio de Mourinho".
Escrito por Francisco | El Banquillo Visitante
Con las pulsaciones elevadas y la mente aún en caliente, el de Santpedor se acercó al técnico del Copenhague para recriminarle su actitud. Los jugadores daneses se emplearon con vehemencia, incluso algunas veces rayaron la violencia, pero Guardiola que se ha tirado varias semanas alabando al Copenhague y jactándose de conocer todas las virtudes de este equipo no debería de sorprenderle todo esto.
Hace unas semanas escribía Damsam en este mismo portal un artículo titulado 'Guardiola o el mojigatismo mal entendido' en el que se criticaba la excesiva modestia del técnico culé. Decía Jean-Paul Richter que "la memoria es el único paraíso del que no podemos ser expulsados", por eso conviene tirar de hemeroteca y recordar que en sus años de futbolista Guardiola fue un jugador que encadiló a todos con su visión de juego y su capacidad de liderazgo, pero también tuvo un lado oscuro que le ha llevado a ser el culé que más rojas ha visto en la Liga. En definitiva, una carrera como la de cualquier jugador, con luces y sombras, algo a lo que tampoco puede escapar ningún entrenador. No quiero decir que Guardiola sea agresivo, simplemente que como capitán del Barcelona también protagonizó episodios para olvidar (la pantomima de las semifinales de Copa del 2000) y que los que le conocen bien dicen que el que hemos visto hasta ahora no es el verdadero Guardiola.
Sea así o no, no quiero imaginar qué tipo de portadas habrían dedicado hoy 'Sport' y 'Mundo Deportivo'. Los que ahora excusan a Guardiola seguro que habrían pronunciado con alegría: "¿Lo ves?, esto es propio de Mourinho".
Escrito por Francisco | El Banquillo Visitante