La prensa catalana aseguró que el entrenador del FC Barcelona, Luis Enrique, habría confesado a su entorno que gran parte de la reacción del equipo tras la derrota en Anoeta se debe a la actitud de Leo Messi, un ganador nato que ha contagiado su motivación al resto
Según publicó esta pasada semana el diario "Sport", Luis Enrique habría reconocido a su entorno que la mejora en el rendimiento del FC Barcelona durante el pasado mes de enero se debería principalmente a la actitud ganadora de Leo Messi, que habría contagiado al resto de los jugadores de la plantilla con su ambición y ganas de conseguir todos los títulos y victorias posibles. Así las cosas, los nueve triunfos consecutivos que encadena el Barça habrían relegado a un segundo plano los conflictos y discusiones mantenidos a principios de año entre el asturiano y el argentino.
El rotativo catalán destaca que Messi y Luis Enrique "no son amigos", pero que las ganas de ganar les habrían convertido en la actualidad en aliados en busca de un mismo fin: el bien del Barça. El entrenador del equipo, de hecho, habría comentado que con un Messi extramotivado como lo está ahora no hace falta ni tan siquiera motivar al resto de sus compañeros, puesto que el hecho de ver correr, atacar y defender como nadie al mejor jugador del mundo es motivo suficiente como para dejarse la piel sobre los terrenos de juego.
El cambio en la actitud de Leo Messi habría venido después del descalabro del equipo en Anoeta contra la Real Sociedad el pasado 4 de enero, y posiblemente también a raíz de la elección de Cristiano Ronaldo en el Balón de Oro 2014, cuando el portugués admitió que su objetivo a partir de ahora era alcanzar al astro argentino en el número de galardones.
Ahora, lo único cierto es que Messi, con su actitud ganadora, ha mejorado también las prestaciones de otros futbolistas como Gerard Piqué o Ivan Rakitic. A la que Luis Suárez gane confianza, por lo tanto, el equipo entrenado por Luis Enrique aspirará a conseguir todos los títulos esta temporada.