El FC Barcelona ha salido muy reforzado de las dos primeras jornadas de Liga. Más allá de los resultados, el equipo de Luis Enrique ha ofrecido exhibiciones de juego y ha recuperado los valores que no hace tanto le coronaron como mejor equipo del mundo
El debut oficial del FC Barcelona de Luis Enrique no ha podido ir mejor transcurridas las dos primeras jornadas de Liga BBVA. Ciento ochenta minutos de buen fútbol en el Camp Nou y en El Madrigal fueron suficientes para convencer al entorno y confirmar que las cosas han cambiado, que lo de la temporada pasada fue un accidente y que este equipo todavía tiene cuerda para rato. "MD" ha elaborado un interesante informe analizando las cinco claves del nuevo Barça de Luis Enrique.
Leo Messi: el regreso del crack
Sin duda una de las principales preocupaciones del barcelonismo para esta temporada era el estado de forma de Leo Messi. Tras un año de "reflexión" el argentino regresó por la puerta grande y brilló más en 90 minutos contra el Elche que en toda la segunda vuelta de la Liga pasada. Fue el Leo de siempre, el que gana partidos, firma dobletes y hace aún más grande este deporte. Sus dos golazos no fueron más que la guinda a un partido completo, uno de aquellos que le confirman como el mejor. Contra el Villarreal, estuvo activo realizando el trabajo sucio de recuperar balones al borde del área. En uno de ellos, consiguió asistir a Sandro Ramírez para firmar el gol de la victoria culé.
Tal y como destaca "Mundo Deportivo", el "10" del Barça ofreció durante los dos partidos sus mejores virtudes: liderazgo, constancia, velocidad, chispa, clarividencia y puntería. Con Messi a este nivel, el FC Barcelona aspira de nuevo a hacerse con todos los títulos.
El estilo de siempre, con matices
Mantener el estilo tras un año en blanco no siempre es fácil. Por suerte, Luis Enrique tiene claro que el estilo Barça no se toca. El fútbol ofensivo y de posesión es innegociable y su apuesta por Busquets, Iniesta, Rakitic y Xavi, confirma que en el banquillo tienen las ideas muy claras. Sin embargo, el técnico asturiano no dudará en añadir matices y mejorar algunas facetas del juego que durante la temporada pasada no acabaron de funcionar. El estilo de siempre, pero con matices.
Renovación de la plantilla
El club prometió una "profunda renovación de la plantilla" y, aunque recibió muchas críticas en cuanto a los nombres, será el juego y los resultados los que acaben dictando sentencia. Han llegado nueve caras nuevas (Ter Stegen, Claudio Bravo, Masip, Mathieu, Vermaelen, Rakitic, Rafinha, Luis Suárez y Douglas Pereira), aunque alguno de ellos ha levantado cierta polémica entre la afición azulgrana. Centrándonos en los cuatro fichajes que debutaron en Liga contra el Elche en el Camp Nou, las sensaciones son francamente positivas.
Claudio Bravo ha cumplido -aunque tuvo poca exigencia-; Mathieu ha completado dos buenos partidos, aportando físico y velocidad a la zaga azulgrana; Rakitic se ha confirmado como nuevo jefe de operaciones: juega siempre rápido y con criterio, aporta equilibrio y también reparte asistencias de gol; por último Rafinha Alcántara, que todo y disputar un buen partido, quedó eclipsado por Munir y además fue sustituido a raíz de la expulsión de Mascherano. Contra el Villarreal, además, no estuvo demasiado brillante a pesar de que recuperó bastantes balones.
La cantera vuelve a ser importante
En el primer once oficial de Luis Enrique había cinco canteranos. Jordi Alba, Busquets, Iniesta, Munir y Rafinha formaban parte de la alineación titular, y Bartra, Pedro y Sergi Roberto, entraron en el partido en la segunda parte. Además, la alineación del jugador del filial Munir fue toda una declaración de intenciones de Luis Enrique, al tiempo que un mensaje de optimismo para todos los canteranos.
Un técnico con carisma: un líder
Finalmente, una de las claves del nuevo Barça es el propio entrenador. Luis Enrique conoce la casa mejor que nadie y además tiene carisma entre los seguidores. Ex jugador del Barça y ex entrenador de las categorías inferiores y del filial, el asturiano tiene más que aprendida la lección. Si los resultados le acompañan, es un Guardiola en potencia -aunque sin tanta poesía-. Recuperar la cultura del esfuerzo es la base de cualquier éxito y eso de que "se juega como se entrena" es una verdad como un templo.