La autobiografía de Zlatan Ibrahimovic continúa siendo objeto de polémica por sus constantes críticas a la figura de Pep Guardiola, que impulsó la salida del sueco del FC Barcelona por actitud indebida. "Me sacrificó y me convirtió en un jugador peor"
El diario 'Marca' ha publicado algunas frases de la polémica biografía de Zlatan Ibrahimovic, con la que el ahora jugador del Paris Saint-Germain aprovecha para despacharse a gusto contra Pep Guardiola, técnico a quien tiene entre ceja y ceja tras la complicada etapa de ambos en el FC Barcelona durante la temporada 2009-2010. "Me sacrificó y me convirtió en un jugador peor", señala 'Ibra', criticando también la actitud de sus ex compañeros con el de Santpedor. "Messi, Xavi, Iniesta eran como escolares, con la cabeza agachada. Era ridículo". El ariete sueco llega a asegurar incluso que llegó a un punto en que Guardiola "ni siquiera me daba los buenos días. Ni una sola palabra. Evitaba mirarme a los ojos. Si entraba en una habitación, él se iba".
El díscolo futbolista jamás ha escondido su ego, pero cree que los jugadores del FC Barcelona se ven obligados a reprimirlo. "Tenía la impresión de que el Barcelona era como volver al Ajax, como volver a la escuela. Ninguno de los chicos actuaban como superestrellas, lo que era extraño. Todo el mundo hacía lo que se les decía. Yo no encajaba, en absoluto. Dije lo que la gente quería que dijera. La fastidié completamente. Conduje el Audi del club y me quedé allí y asentí con la cabeza. Apenas grité más a mis compañeros. Estaba aburrido, Zlatan ya no era Zlatan", agrega.
En cambio, la relación de Zlatan Ibrahimovic con José Mourinho fue bien distinta. "Mourinho te convertía en un chico que básicamente estaba dispuesto a morir por él. Trabaja el doble que el resto, vive y respira el fútbol 24 horas los siete días de la semana". El sueco destaca sobre todo la gran capacidad psicológica del portugués. "Ha creado lazos personales con los jugadores con sus mensajes de texto, y su conocimiento de nuestra situación con nuestras esposas e hijos. Él nos animaba antes de los partidos, era como un teatro, un juego psicológico".
En cambio, la relación de Zlatan Ibrahimovic con José Mourinho fue bien distinta. "Mourinho te convertía en un chico que básicamente estaba dispuesto a morir por él. Trabaja el doble que el resto, vive y respira el fútbol 24 horas los siete días de la semana". El sueco destaca sobre todo la gran capacidad psicológica del portugués. "Ha creado lazos personales con los jugadores con sus mensajes de texto, y su conocimiento de nuestra situación con nuestras esposas e hijos. Él nos animaba antes de los partidos, era como un teatro, un juego psicológico".
