El Dictador más querido del mundo

Por todos es más que conocida la campaña que se realiza desde diversos sectores del periodismo y del fútbol en contra de la imagen de Leo Messi, campañas que al final son estériles porque gracias a Dios todavía hay gente y profesionales inteligentes que están por encima de estas manipulaciones que se usan para engañar al público.

Una de las últimas afirmaciones ha sido llamarlo pequeño Dictador como si estuviéramos llevando el nazismo más puro de la primera mitad del siglo XX al deporte rey, que si no se habla con Villa, que si Bartra no juega por su culpa, que si manda en el vestuario, que si hace las alineaciones, etc, etc, etc,… No negaremos que un futbolista de sus características que pasa por convertirse en estos momentos si no se ha convertido ya en el mejor de la historia indudablemente merece un trato especial, pero de aquí a la llamarlo Dictador, se está cruzando una línea muy peligrosa.

Pero la realidad no es está, es otra, y ayer lo pudimos comprobar, ante un momento tan delicado a cinco minutos del final del partido que cerraba la fase de grupos para el Fútbol Club Barcelona en la Champions League, una desafortunada acción casi lo lleva a una terrible lesión que lo podría haber mantenido durante mucho tiempo fuera de los terrenos de juego. Miedo, pánico y terror se instaló sobre el terreno de juego situado en la Travessera de les Corts, manos a la cabeza y salida en camilla que hicieron temer lo peor en la figura del pequeño Dictador del siglo XXI, pero por suerte sólo fue un susto. Y aparecieron aquellos seres con orejas de asno para reírse de la lesión del Dictador, como si del fin de una Dictadura estuviéramos hablando con una falta de respeto impropia del ser humano, pero por algo cuando hablamos de fútbol hablamos del deporte rey y la visión final fue otra, una visión maravillosa.

Centenares, miles y millones de muestras de apoyo recibió el pequeño Dictador. Muestras de apoyo recibidas desde todos los rincones del mundo que transmitían algo común, el cariño, un cariño que se percibía en las palabras de la gente, un cariño que nunca recibirá un Dictador corriente pero que si lo recibe el pequeño Leo Messi porque ante todo, la afición sea del equipo que sea, tiene ganas de volver a disfrutar de su fútbol en los terrenos de juego, y si los sectores cavernarios pretenden seguir llamándolo o tratándolo como un Dictador, pues nosotros les diremos que estamos ante el pequeño Dictador más querido de la historia mundial.