En las oficinas del Camp Nou cada día lo tienen más claro, el fichaje de Javi Martínez se ha convertido en imprescindible descartando al resto de opciones. Tito Vilanova no quiere experimentos en su primera temporada al frente del equipo culé y está convencido que el club debería centrar todos sus esfuerzos en la contratación del jugador navarro.
De imposible a improbable, de improbable a posible y de posible a probable, esta es la secuencia de los acontecimientos que rodean el fichaje de Javi Martínez por el FC Barcelona. Su cláusula -40 millones de euros- y la negativa del Athletic a negociar son de momento los "únicos" obstáculos que separan al jugador navarro de vestirse de azulgarana. Una vez sabido que el jugador habría dado su ok al fichaje, el resto es cosa de clubes. Javi Martínez no presionará publicamente al Athletic -aunque ya habría trasladado al conjunto bilbaíno su intención de aceptar la oferta- la posición del jugador es bastante clara, no entrará en conflicto con su club para forzar el traspaso, el navarro está muy a gusto en su actual club y aunque fichar por el Barça le haría feliz, continuar en el Athletic también.
Una vez que el jugador ha dejado clara su postura es el turno del Barça. Deportivamente hay unanimidad absoluta, calidad, juventud y polivalencia son la mejor carta de presentación de un fichaje que huye de los experimentos y refuerza de manera notable dos posiciones de una tacada. Tito Vilanova ya habría comunicado al club su posición al respecto, aunque entiende que la inversión económica es muy importante, defiende que su juventud y rendimiento inmediato merecen la pena. El nuevo técnico del Barça quiere una plantilla corta y la icorporación de Javi Martínez mantendría el equilibrio entre cantidad y calidad.
La salida de Keita -y el posterior ahorro de su ficha-, sumado a la posible venta de Ibrahim Afellay podrían dar un empujón definitivo a la operación. Teniendo en cuenta la edad de Javi Martínez -23 años- su amortización sería factible firmando un contrato de larga duración siguiendo el modelo empleado en los fichajes de Cesc Fàbregas y Alexis Sánchez (ambos supusieron inversiones entre 35 y 45 millones, variables incluidas). El Barça intentará que el Athletic acepte como mínimo negociar una cifra razonable, que evite el pago de la cláusula.
Aunque seguimos siendo escépticos con el fichaje de Javi Martínez -su alto precio parecía un obstáculo insalvable- la realidad es que el Barça y Tito Vilanova parecen decididos a apostar fuerte. Una vez convencidos de que vale la pena realizar una inversión tan importante, el jugador navarro está más cerca de vestir de azulgrana de lo que muchos imaginamos.