Mientras en Polonia Jordi Alba ha optado por tomarse las cosas con calma ante la falta de novedades en su traspaso al Barça, en Valencia el presidente Manuel Llorente ha montado en cólera contra el club azulgrana. El motivo: Abel Ruiz, Isierte y Enrique Martínez. Tres jugadores del fútbol base del Valencia que el Barça se acaba de llevar, con un simple cambio de residencia.
El malestar de Manuel Llorente es evidente, ya que considera que el Barça ha roto el pacto de caballeros entre todos los clubes. Todo ello puede acabar salpicando las negociaciones por Jordi Alba. Ahora más que nunca, el Valencia no tiene la intención de bajarse del burro y sigue exigiendo 15 millones de euros por el lateral, cuando la oferta del Barça es de diez, y a día de hoy no tiene la más mínima intención de aumentarla.
El objetivo del Valencia es cerrar la operación antes del día 30 de junio para poder incluir la cantidad del traspaso en la cuenta de resultados de esta temporada, y desde el club valencianista avisan de que, además de la del Barça, tienen más ofertas sobre la mesa. El jugador, mientras tanto, sigue esperando en Polonia con una única cosa en la cabeza: hacer realidad su sueño de jugar la próxima temporada en el Camp Nou.
