Rafa Nadal y Guardiola, esos paralelismos

Rafa Nadal perdió ante Verdasco en la pista azul del Open Madrid. La noticia sin embargo no fue la derrota, primera en trece enfrentamientos directos, sino las declaraciones del mallorquín tras el partido. El número dos destaca por no morderse la lengua, menos cuando su integridad física está en juego. Ayer no fue una excepción: “Si la pista no cambia, no vuelvo a Madrid”.

Más claro agua. El de Manacor nunca se ha sentido cómodo con esta superficie alienígena. Ojo, no ha sido el único. Djokovic, horas antes, tras vencer a Gimeno, declaraba: "Para mí en la pista central es imposible moverse. Di solo cinco bolas. En el resto solo quería meter la bola. Meter mi saque y buscar su error. Eso para mí no es tenis. O salgo con las deportivas de jugar al fútbol o invito a Chuck Norris a jugar en esta pista. No tiene similitud alguna con la pista roja. Es mucho más resbaladiza. No sé si debo juzgar la calidad de la tierra pero creo que la materia es diferente. En la roja te puedes recuperar cuando te deslizas. Aquí no. Siempre te resbalas”

Ayer mismo, tras ser preguntado por las palabras de Rafa y su intención de no volver al torneo, el serbio respondía sin tapujos: “La misma postura que Rafa, sí”.

Las redes sociales se convirtieron en la tarde de ayer en un hervidero de críticas hacia el tenista español, sobretodo desde el sector madrileño. Desde llorón a divo pasando por remilgado, y un largo etcetra de adjetivos injustos y cizañeros. El asunto tiene más miga de la que parece y como siempre, el fútbol tiene mucho que ver.

Durante toda la temporada, Guardiola se ha quejado del estado de los terrenos de juego en los que ha tenido que lidiar el F.C.Barcelona. El césped alto, blando y seco se ha convertido en arma habitual para los rivales del Pepteam. El objetivo meridiano, que el Barça no se sienta cómodo en ningún momento y que le sea del todo imposible practicar su fútbol virtuoso y estético. Las quejas del de Santpedor han sido consideradas desde Madrid como excusas de mal perdedor. Ignorantes. Siguen sin entender que aquí, el que pierde, es el fútbol, un deporte enfocado a entretener y hacer disfrutar a la plebe. Privar de un buen espectáculo al que paga, independientemente de la platea que sea, es un ejercicio de autotirapiedrismo absurdo que solo conduce a la destrucción paulatina de este deporte.

Sea como fuere, la cuestión es que lógicamente, el aficionado merengue no puede darle la razón a Rafa sobre sus protestas acerca del estado de la pista. Eso sería bendecir el discurso de Pep y por ende, desautorizar a Mourinho y su tropa de voceras.

El portugués ha logrado lo imposible, que un icono nacional y reconocidamente madridista, sea vilipendiado sin pudor alguno. Dememouriados digo yo. Creo que Rafa Nadal se ha ganado a pulso el poder criticar el estado de una pista de tenis. El manacori lo ha logrado todo y en todas las circunstancias habidas y por haber. Ello le convierte en voz autorizada. Si Rafa dice que la pista es un asco, es que es un asco, le pese a quien le pese.

Por otro lado, que su rival, Verdasco, sea un mocito madrileño y no un croata semidesconocido de la vida, ayuda a que desde la capital se generen estas lagunas de memoria tan censurables. No lo duden. Los organizadores del Open de Madrid han querido dar la nota con la pista, como antaño hicieran con las modelos recogepelotas. Lo han logrado again. La extravagancia por encima de los deportistas. La tiranía del euro. Eso sí, quizá el año que viene tengan ración de mocos para el desayuno. Merecido se lo tienen.

PD: Y pese a todo lo dicho, Rafa Nadal dijo al término del partido ante Verdasco, "No es día para hablar de esto sino del buen nivel de Fernando que ha sido mejor que yo y eso es por lo que he perdido". Los paralelismos que hablábamos en el título del artículo. Que ustedes lo pasen bien.

Publicado por EBV - @Banquilleros