Considerada como el primer Campeonato de Catalunya, la Copa Macaya nació gracias a la voluntad de Alfonso Macaya, presidente del Club Hispania, que el 16 de diciembre de 1900 hizo pública su intención de organizar una competición entre equipos catalanes, estipulando que el que la ganara tres veces se quedaría en propiedad el trofeo. La primera edición se disputó entre enero y abril de 1901 y fue ganada por el conjunto de la Hispania. El FC Barcelona quedó en segundo lugar.
El equipo barcelonista pudo, sin embargo, resarcirse de este tropiezo con la conquista de la segunda Copa Macaya (1901/1902). El Barça ganó los ocho partidos que disputó, con un espectacular balance de 60 goles a favor y dos en contra. En el último partido, jugado el 23 de marzo de 1902, el Barça ganó al Català por 0-15. Esta fue la alineación barcelonista: Reig, Witty, Smart, Valdés, Terradas, Marín, Parson, Steinberg, Gamper, Leack y Quirante. Los goles fueron marcados por Steinberg (6), Gamper (3), Leack (3), Parsons (2) y Quirante. Curiosamente, mucha gente creía firmemente que ese trofeo no existía, lo que llevó a la organización a exponerlo al público en la calle Ferran para cortar la polémica.
Una competición efímera
En la temporada 1902-03 el FC Barcelona se retiró de la Copa Macaya debido a su injusta invalidación de su triunfo ante el Hispania por haber presentado fuera de tiempo la lista de jugadores inscritos, lo cual no era cierto. La competición, ya desprestigiada por la ausencia de los azulgranas, la acabó ganando el Espanyol. Entonces el Barça decidió organizar, en el año 1903, la Copa Barcelona, que ganó tras lograr 12 victorias y dos empates.
Desaparecida la Copa Macaya con la creación, en la campaña 1903-04, del Campeonato de Catalunya, quedaba el problema de adjudicar en propiedad el trofeo entre uno de los tres campeones. Dado que el Hispania ya no existía y que no había acuerdo entre barcelonistas y espanyolistas, la Copa fue a parar a las vitrinas del Espanyol, que durante aquella temporada había resultado vencedor en los enfrentamientos directos con el equipo azulgrana. Muchos años después, en febrero de 2001, el Espanyol le dejó el trofeo original al FC Barcelona para sacar una réplica, que es la que ahora se puede admirar en nuestro Museo.