La final de la Copa del Rey entre el Barça y el Athletic Club ya tiene fecha y sede. La Junta Directiva de la Federación Española de fútbol ha decidido que se jugará en el Vicente Calderón el viernes 25 de mayo. En la reunión, que se ha celebrado en Madrid, no ha habido ningún representante del Barça fruto del malestar por las últimas decisiones arbitrales.
La Junta Directiva de la Federación de Fútbol ha decidido finalmente que la final de la Copa del Rey se dispute en el campo del Atlético de Madrid, el estadio Vicente Calderón, el viernes 25 de mayo. En la reunión, que se ha hecho en Madrid, ha estado la representación del Athletic Club, pero no ha habido ningún representante del Barça, fruto del malestar por las decisiones arbitrales de los últimos días. La votación se ha hecho a mano alzada, y ha triunfado la propuesta del Barça. Así pues, el césped del Vicente Calderón tendrá que cambiarse en un tiempo récord, porque el día 20 hay un concierto de Coldplay.
El Vicente Calderón era la sede que tenía una menor diferencia de distancias entre Bilbao y Barcelona, y de los tres candidatos a acoger la final, era el segundo con más capacidad, 55.000 espectadores. Mestalla y La Cartuja, las otras sedes, admitían además la flexibilidad de fechas, pero la Federación ha preferido arriesgarse y jugar el día 25 de mayo a orillas del Manzanares. El Barça sólo ha ganado una de las tres finales de Copa que ha jugado en el Calderón, la de 1981 contra el Sporting.
El serial sobre la designación de la sede de la final es exclusivamente español. La Federación Española no ha designado nunca una sede fija ni ha establecido, con tiempo, una sede rotatoria al estilo de la final de la Liga de Campeones o de la Copa del Rey de baloncesto.
En Francia, el Stade de France ya se construyó con la intención de que fuera el estadio nacional para los grandes acontecimientos del deporte galo, si bien antes, las finales de Copa se habían jugado siempre en el Parque de los Príncipes de París o en el viejo Colombes. El estadio de Saint-Denis, por tanto, tiene la misma función que Wembley, sede de los partidos de la selección inglesa, las finales de Copa y Copa de la Liga, y las finales de las promociones de ascenso de las diferentes categorías.
En Alemania se utilizó el mismo sistema que en España hasta 1985, cuando la federación decidió que, para facilitar el viaje y la organización de los seguidores, todas las finales se disputaran en el Estadio Olímpico de Berlín. Algo parecido pasó en Italia, donde la final a doble partido se cambió por un partido único con sede fija: el Estadio Olímpico de Roma. La final de la "Taça" de Portugal se disputa por defecto en el pintoresco Estadio Nacional, en Oeiras, en las cercanías de Lisboa. Con mínimas excepciones, la final holandesa se juega en el estadio De Kuip de Rotterdam, y la belga en el antiguo Heysel. En España, no es la primera vez que se termina sorteando la sede de una final de Copa: ya pasó a la de 1990, en la que el Barça superó al Madrid en Mestalla. Ángel María Villar había dicho que no pasaría nunca más.