Un artículo de Damsam | ELBV
Como han cambiado las cosas. Estabamos acostumbrados los aficionados culés a fichajes relámpago a final de curso. Laporta tenía cosas muy buenas y cosas muy malas. Entre las buenas, creo, estaba el cerrar los fichajes en tiempo record.
Muchos dirán que no en las mejores condiciones, fruto precisamente de la impaciencia. Puede ser. De todos modos, tampoco creo que dilatar en el tiempo las negociaciones, ayude en exceso a que el precio de un futbolista baje de forma significativa. Es más, en muchos casos sucede todo lo contrario.
Laporta y Txiki eran partidarios de ir cociendo los fichajes en plena temporada. Las conversaciones se iniciaban en el mes de Enero y cristalizaban a la finalización de la temporada. El aficionado, de esta forma, se ahorraba los dimes y diretes de la prensa deportiva del corazón durante los meses de Julio y Agosto. Realmente para ellos, el Verano se convertía en una larga travesía por el desierto. Con Rosell es distinto.. leer más.