Qué ganas tenían de que llegase este partido, la gran final, la batalla de todas las batallas. Samuel Eto'o y Andrés Iniesta tenían espinas clavadas que ayer se sacaron a lo grande, ante todo el mundo, en el mejor escenario. El camerunés metió el primer gol del Barça demostrando que no se le había olvidado cómo se profanan las porterías rivales, aunque delante ...
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