Escrito por Lartaun de Azumendi  | El Banquillo Visitante

No sé de nada. Apenas conozco gente que entienda de algo. El que conoce de una materia en concreto tiene mi admiración, salvo que sea un imbécil. Dicho esto, trataré de ser breve. Mis líneas de hoy se las voy a dedicar a la llantina-pataleta-sapoculebrera de más de media España balompédica.

¡Cómo le han dado el Balon de oro a Messi! Gentuza-tongo-hijosputa-gabachos-blatterato. Yo no sé, porque no está escrito, qué se debe valorar a la hora de ejercer el voto por parte de los capitanes, los seleccionadores y los corresponsales de la revista organizadora del galardón, que son los únicos que votan. Lo que sí conozco es que al que sale elegido, con el esférico dorado como premio, se le suele citar durante todo el ejercicio siguiente como “el mejor jugador del mundo del pasado año”. Eso lo tengo claro.

Lo que ocurre es que hay mucha gente entre decepcionada y cabreada con el hecho de que Xavi o Iniesta hayan sido superados por el argentino. Los más argumentan que en año del Mundial el trofeo ha de ir a manos de un integrante de la selección campeona del mundo; hecho que ha ocurrido siempre excepto en el 74 que a pesar de quedar Alemania campeona, el galardón se lo llevó Cruyff. A los que así piensan, les regalo mi punto de vista. El mejor jugador del año ha de ser, en mi opinión, el que mejor haya jugado, no el que más títulos haya ganado. Y el mejor jugador de 2010 ha sido el mismo que el de 2009 y a años luz del siguiente: Lionel Messi.

¿Recordamos las protestas que hubo en nuestro país por el galardón a Cannavaro en 2006? Pues eso. Hay otros, grupo bastante nutrido y lamentable, que achacan la pifia al famoso conturbernio franco-antiespañol que tanto daño nos hace, producto de la envidia, la mala baba, una señora de Limoges en paños menores y un tal. Esta teoría también se adereza desde reciente con el odio que nos tiene Sepp, el del Blatterato (un señor con mucha mano en el fútbol al que gusta de comer niños hispanos a la plancha nada más levantarse de la siesta). Gabachos + Blatter = Messi, repiten como un mantra. “Nos toman el pelo, se creen que somos tontos…”, predican. Uno, que lee, escucha y ve, no acaba de salir de su asombro. No entiende nada.

Si resulta que son los capitanes, los seleccionadores y los corresponsales los únicos en elegir con 5,3 y 1 puntos a su trío preferido, ¿cómo es posible que los bastardos descendientes de Napoléon y Blatter el maníatico hayan podido manipular nada? Máxime cuando la votación se ha hecho pública (consultar aquí) y por lo tanto imposible de manipular.

El problema no es Francia, Blatter o Messi. La cuestión es el bajo nivel de debate en el que las excusas tratan de puntuar como argumentos. Menuda porquería más grande.

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Escrito por Lartaun de Azumendi  | El Banquillo Visitante