El morbo de lo inexistente
2011-01-15
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RUBÉN ESCOBAR-. Privilegiadamente tenemos un refranero bastante amplio en nuestra jerga castellana. Uno de los refranes por antonomasia es el ya tan conocido y popularizado 'buscarle tres pies al gato', que significaría algo similar a intentar hallar algun hecho substancial allí dónde no lo hay. Es lícito preguntarse y meditar sobre los hechos para no creernos todo aquello que nos dicen, para intentar encontrar nuestra propia opinión personal. Totalmente legítimo, hasta el punto de manipular la información y deshauciarla utilizándola como demagogia mediática.
En el momento en el que Guardiola hizo entrega del Balón de Oro a Lionel Messi los redactores de los periódicos madrileños ya estaban criticando la consecuente mala relación que iban a tener los tres estandartes del Barcelona, los tres nominados: Xavi, Iniesta i Messi. ¿Es creíble que tres jugadores que lo comparten todo desde sus inicios en la Masia abandonen el ambiente cordial que los define por la entrega de un premio individual? Y es que a veces me pregunto. ¿Cuál es la razón de intentar desestabilizar una unidad construída a base de regadío e indudablemente firme? El rival no se tumba en los despachos, el rival no se derriba a base de palabrerías manipuladas que siembran rechazo, el rival no se combate tecleando símbolos que se proyectan en la pantalla de un ordenador. El rival se combate en los terrenos de juego. Y es por esto que gracias a la filosofía del 'partido tras partido', el Barcelona hoy en día ocupa la cúpula del futbol mundial.
Porque lo que tienen que demostrar, lo demuestran en la superfície verdosa a la que tanto amor tienen. Porque lo que tienen que decir lo dicen a través de un esférico. Y mientras siga este modus vivendi en la entidad blaugrana, pongo la mano en el fuego al decir que habrán muchos más años en los que un jugador culé (o quizá tres) siga ocupando posiciones finales en entregas de prestigiosos premios como el Balón de Oro.
Escrito por Rubén Escobar | www.rubenescobarcapilla. blogspot.com
En el momento en el que Guardiola hizo entrega del Balón de Oro a Lionel Messi los redactores de los periódicos madrileños ya estaban criticando la consecuente mala relación que iban a tener los tres estandartes del Barcelona, los tres nominados: Xavi, Iniesta i Messi. ¿Es creíble que tres jugadores que lo comparten todo desde sus inicios en la Masia abandonen el ambiente cordial que los define por la entrega de un premio individual? Y es que a veces me pregunto. ¿Cuál es la razón de intentar desestabilizar una unidad construída a base de regadío e indudablemente firme? El rival no se tumba en los despachos, el rival no se derriba a base de palabrerías manipuladas que siembran rechazo, el rival no se combate tecleando símbolos que se proyectan en la pantalla de un ordenador. El rival se combate en los terrenos de juego. Y es por esto que gracias a la filosofía del 'partido tras partido', el Barcelona hoy en día ocupa la cúpula del futbol mundial.
Porque lo que tienen que demostrar, lo demuestran en la superfície verdosa a la que tanto amor tienen. Porque lo que tienen que decir lo dicen a través de un esférico. Y mientras siga este modus vivendi en la entidad blaugrana, pongo la mano en el fuego al decir que habrán muchos más años en los que un jugador culé (o quizá tres) siga ocupando posiciones finales en entregas de prestigiosos premios como el Balón de Oro.
Escrito por Rubén Escobar | www.rubenescobarcapilla.