El guardameta alemán sostuvo al FC Barcelona cuando más lo necesitó, en los momentos finales del partido ante el Athletic. Ter Stegen cuajó un partido muy sólido, con cuatro grandes intervenciones en el que fue, posiblemente, su mejor encuentro esta temporada

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A pesar de los problemas al principio de temporada y de las polémicas por sus pocas titularidades, Marc-André ter Stegen va mejorando mucho en su juego y su concentración hasta el punto de marcarse todo un partidazo como el disputando frente al Athletic en la ida de los cuartos de final de la Copa del Rey. El jugador del FC Barcelona llegó a Bilbao cuestionado por los aficionados locales que se mofaron de él y le recordaron su error en el partido de Supercopa.

Quizás motivado por las ganas de querer hacerlo bien y por demostrar lo buen cancerbero que es, eligió el partido ante los rojiblancos para reivindicarse con cuatro paradas de auténtico lujo a final del segundo tiempo. Y es que fue entonces cuando los blaugranas más flojearon en defensa por el ímpetu local, ya que durante todo el partido y hasta aquel entonces mandaron sobre el césped y el marcador.

Pero las cosas se complicaron cuando tras varias patadas, otros pocos más empujones, codazos y algún que otro manotazo, los de Luis Enrique desconectaron del partido. Un momento en el que los leones se lanzaron a buscar el gol con el que recortar y dar algo de esperanza a la que aferrarse para su parroquia en el partido de vuelta. Lo consiguieron tras un error en el despeje de Alves y al dejar sin marcaje a Aduriz que, solo ante el alemán, no falló.

Nada pudo hacer en aquel entonces un Ter Stegen que antes le había sacado un cabezazo a bocajarro a Iturraspe dentro del área pequeña y un chut posterior de Aduriz tras el rechace de esa misma jugada. Posteriormente, y ya con el uno a dos, volvería a lucirse ante un chut fuerte de De Marcos. Finalmente, Aduriz tendría la oportunidad de empatar pero el teutón se hizo grande en su portería y sacaría una mano magistral a un chut suyo.

En total, cuatro intervenciones de gran mérito cuando se había pasado todo el partido casi sin entrar en juego. Junto a esto también salió en dos ocasiones de sus dominios para despejar dos balones que se habían colado en su retaguardia. Un partido perfecto de un Ter Stegen que sigue creciendo y que cada vez tiene mejor pinta para ser el portero indiscutible en el futuro cercano del equipo catalán.