Volvió a marcar el de siempre, volvió a marcar Leo Messi para empatar a uno ante el Espanyol en un gol colectivo que llegó gracias a una mágica asistencia de Andrés Iniesta. Con un Barça muy superior al Espanyol, el mejor del mundo volvía a ver puerta nuevamente

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Cuando más lo necesitaban los suyos, volvió a aparecer el mejor jugador del mundo Leo Messi. Después de que el Espanyol sorprendiera con un gol al contragolpe de Felipe Caicedo cuando mejor estaba jugando el FC Barcelona en la primera mitad, aparecieron los tres de arriba que se juntaron con Andrés Iniesta para igualar la contienda. Gran gol de jugada colectiva que permitió a los de Luis Enrique volver a poner la igualdad en el marcador.

Todo se originó tras una jugada que debía haber llegado a Luis Suárez en la que pidió penalti después de que un centro desde la derecha tocase en la mano de un defensor blanquiazul dentro del área. El rechace, sin que el árbitro fuese a pitar nada, acabó en las botas de Neymar Júnior, en la izquierda. Este vio a Andrés Iniesta en la frontal el área y le cedió la bola. Una zona donde si el manchego recibe y tiene con quien asociarse, hace mucho daño.

Y así fue pues después de pisar la pelota y ver toda la situación, le dio una asistencia de orfebrería al desmarque del argentino Leo Messi. El rosarino recibió y con una velocidad pasmosa fusiló al portero espanyolista Pau López. En un visto y no visto se pasó de pedir un penalti claro a celebrar el gol del mejor jugador del mundo. Un tanto que bien valió para tranquilizar el partido y devolverle las riendas al Barça.

Leo, que llevaba marcando en cuatro partidos seguidos frente al Bayer Leverkusen, Deportivo de la Coruña, River Plate y Betis, quedó a cero en el partido liguero frente a los pericos. Es por ello que en la celebración se dejó llevar con la felicidad que le irradiaba e, incluso con rabia, se fue a la banda junto con Iniesta, Suárez y Neymar para festejar puño en alto.