Tras bajar a los infiernos y pasar varios años vagando por la zona media del fútbol argentino, a los "millonarios" se les ha presentado una nueva oportunidad de volver a brillar a nivel internacional. Con Gallardo como piloto, la nave "gallina" busca hacer historia ante el Barça

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De buen seguro que cuando River Plate bajó a la B en 2011 nadie podía pensar, ni aficionados ni rivales, que cuatro años después se encontrarían en Japón disputando la final del Mundial de Clubes FIFA 2015. Es lo que tiene el fútbol argentino y sudamericano, capaz debido a su alta competitividad de hacerte caer a los infiernos pero con la posibilidad de redimirte de tus pecados pudiendo completar otra temporada de ensueño.

Y así le ha pasado al equipo de Manuel Gallardo, que vive en una inestabilidad contínua. Como todo equipo grande argentino debe rehacerse cada año después de que los grandes de Europa pesquen en su río lo mejor que tiene. Así es que uno de sus jugadores con mayor futuro Matías Kranevitter disputará este domingo su último partido con la "remera" de River antes de ponerse a las órdenes del "Cholo" Simeone. Un Kranevitter que de buen seguro tendrá mucho que decir en el encuentro ante los azulgranas.

Él, al igual que sus compañeros, cuerpo técnico, afición y medio argentinos desplazados contemplan esta final como la mayor oportunidad y el momento más relevante en la historia reciente de su club. Lo ponen por delante de la final de Intercontinental ganada al Steaua de Bucarest. En palabras del presentador del programa "Esto es River", Damian Giorvino, "jugar ante este Barça, jugar contra la Juve sería lo mismo, pero es que este Barcelona es el mejor equipo del mundo, no es comparable al de Guardiola, pero tiene a Messi, Suárez y Neymar. Ganarles supone entrar en la historia” .

Y es por ello que al equipo le acompañan nada más y nada menos que 20 mil aficionados que de buen seguro se harán notar en las gradas, donde serán gran mayoría. Muchos de ellos se han endeudado para llegar hasta aquí pero son conscientes de que se encuentran ante una cita similar a la final de un Mundial con su selección. “¿Por qué en Europa no le dan importancia al Mundial de Clubes?”, se preguntan muchos de estos, atónitos. La oportunidad de que su club, que vuelve a vagabundear por la primera división argentina (actualmente se encuentran novenos) y que han sido eliminados de la Copa Sudamericana, vuelva a sentirse grande ante el mundo les puede. Es el partido más importante de toda su historia.