El astro argentino del FC Barcelona, Leo Messi, ya habría expulsado la piedra que tenía en el riñón y se estaría recuperando más rápido de lo esperado del cólico nefrítico sufrido el pasado jueves. Crecen sus opciones de jugar la final del Mundial de Clubes el próximo domingo

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El diario "AS" asegura que Leo Messi, a última hora de la tarde de este viernes, habría expulsado ya la piedra que le produjo el pasado jueves el cólico nefrítico y le impidió disputar la semifinal del Mundial de Clubes de Japón 2015 contra el Guangzhou Evergrande.

En este sentido, la gran estrella argentina del FC Barcelona tendría cada vez más posibilidades de jugar el próximo domingo 20 de diciembre la final del Mundial de Clubes de Japón 2015 frente a River Plate, dado que su entorno es optimista y, según ha desvelado el diario "Olé", el propio Messi habría confesado que ya se siente mejor a sus familiares y amigos más cercanos.

De momento, sin embargo, la realidad es que los servicios médicos del FC Barcelona no quieren arriesgarse dando por seguro que Messi jugará la final del Mundial de Clubes, dado que es posible que los dolores del argentino regresen o que el futbolista no esté lo suficientemente rodado el domingo para volver a jugar a nivel de élite tras el mal trago que pasó el jueves.

Además, según publica "AS", todavía es necesario comprobar al cien por cien que no hayan quedado rastros de arenilla en el conducto urinario. Está previsto que Leo Messi se ejercite ya junto al resto de sus compañeros este sábado en Yokohama, donde el FC Barcelona cuajará el último entrenamiento antes de la disputa de la final del torneo intercontinental. Por tanto, esta noche será clave para saber si Messi es capaz de descansar como es debido y no vuelve a sufrir ningún dolor.

El "10" ha pasado la noche del jueves al viernes tranquilamente y sin sufrir los dolores de hace unas horas. Se sometió a una ecografía mientras sus compañeros se ejercitaban en la última sesión de entrenamiento a las órdenes de Luis Enrique, y ésta confirmó la mejoría. El secretario técnico del Barça, Robert Fernández, ya señaló que Messi "estaba tocado, no estaba bien porque es una enfermedad muy dolorosa. Vamos a ver cómo evoluciona". En este sentido, parece que las evoluciones no podrían ser más positivas, aunque todavía hay que esperar.