El equipo le necesitaba y, a pesar de la derrota, el internacional brasileño dio la cara y fue de lo mejor de su equipo. Esta vez a Neymar no le tembló el pulso a la hora de coger la responsabilidad en ataque y sus números demostraron que no se arrugó en ningún momento
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Todo se puede resumir con el gesto entre Neymar y Luis Suárez a la hora de lanzar el penalti que acortaría distancias ante el Sevilla. El delantero brasileo acomodaba el esférico en el punto fatídico y Suárez se le acercaba para preguntarle si quería que fuese él quien lo lanzase. La reacción de 'Ney' fue la que se espera de un crack: no arrugarse y coger la responsabilidad por los cuernos. Ambos chocaron la mano antes del lanzamiento y después.
Y es que ante el Sevilla se vio al Neymar más líder de la temporada. El resultado no le acompañó pero por sus botas pasaron la mayoría de ocasiones importante de todo el partido. De los diez disparos entre los tres palos, cinco salieron de las piernas del crack de Sao Paolo, Empezó el partido por la izquierda pero vino a recibir al centro, volviendo loco a los defensas y siendo la referencia ofensiva de los suyos. Su posición recordaba a la de Messi, pero desde el otro lado.
En los 90 minutos de juego intervino 75 veces. Ante la UD Las Palmas y el Bayer Leverkusen, había tocado la pelota 44 y 38 veces respectivamente. Unos datos que demuestran el compromiso del gaucho, casi el doble. y si eso lo comparamos con la temporada 2014-2015 donde intervino de media 19,6 veces por partido, deja bastante claro el paso adelante dado por el joven de 23 años.
Durante el partido marcó el penalti mencionado, estrelló una falta en el palo de Sergio Rico y tuvo dos ocasiones que el portero andaluz salvó con mucha fortuna. Esta vez no se escondió y convirtió su número 11 en el 10 del ausente Leo. Él es una de las cosas positivas que dejó la segunda derrota de la Liga de los de Luis Enrique en el Sánchez Pizjuá. Hay esperanzas de levantar esto y por las botas de 'Ney' pasan muchas de éstas.