Al fin termina... El fatídico mes de septiembre de 2015 ha dejado un rastro de lesiones en el FC Barcelona que le mermará notablemente en los próximos duelos de Liga y Champions. Iniesta ha sido el último, pero si llegan más lesiones Luis Enrique tendrá serios problemas
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A falta de que se recuperen Claudio Bravo y Adriano Correia de sus respectivas molestias físicas -ambos podrían entrar ya en la convocatoria para jugar contra el Sevilla en el Pizjuán este sábado-, la realidad es que Luis Enrique va a tener serios problemas en los próximos compromisos de Liga BBVA y UEFA Champions League ya no sólo para colocar onces competitivos sobre los terrenos de juego, sino también para completar las listas de convocados. Si la pasada temporada las lesiones brillaron por su ausencia y constituyeron una de las claves del éxito azulgrana a final de curso, la realidad es que en esta campaña 2015-16 la enfermería del FC Barcelona ya no da más de sí.
Andrés Iniesta ha sido el último jugador en caer lesionado de gravedad -estará entre 4 y 6 semanas de baja-, pero durante las últimas semanas el calvario ha sido constante y los contratiempos físicos se han producido casi en cada partido. Douglas Pereira y Jordi Alba han sido las últimas recuperaciones en la plantilla y se espera que tanto Bravo como Adriano estén ya listos para entrenarse con normalidad en las próximas sesiones, pero a día de hoy Thomas Vermaelen, Rafinha Alcántara, Leo Messi y Andrés Iniesta continúan lesionados y lo estarán durante bastantes semanas, a excepción de un Vermaelen que podría estar listo tras el parón de selecciones.
A todos ellos se unen las continuas molestias en el talón de Aquiles de Jeremy Mathieu, que le hacen estar últimamente disponible de forma intermitente, y el hecho de que Aleix Vidal y Arda Turan no puedan jugar hasta enero de 2016 por culpa de la sanción de la FIFA. Con 15 efectivos de campo y 2 porteros en la actualidad a disposición de Luis Enrique, muchos se preguntan a qué se debe el contraste de lesionados de esta temporada en comparación a la del triplete.
Puede que la explicación más lógica esté en la preparación física de la plantilla durante la pretemporada 2015-16. El año pasado no hubo gira intercontinental y los jugadores pudieron trabajar durante varias semanas a las órdenes del cuerpo técnico en dobles sesiones de entrenamiento, sin ningún tipo de 'jet-lags' y viajando únicamente por Europa para disputar unos pocos amistosos antes de que empezara la temporada oficial.
Este pasado verano, sin embargo, el 'marketing' y la voluntad del club de generar ingresos obligaron al equipo a participar en la International Cup 2015 por distintos puntos muy distantes de Estados Unidos, viajando luego a Italia antes de establecerse en Barcelona para disputar el Trofeo Joan Gamper. Si a todo esto sumamos que la mayoría de jugadores sudamericanos del FC Barcelona jugaron también la Copa América, no es difícil concluir que el desgaste físico y mental de la plantilla azulgrana no ha sido el mismo este pasado verano que el anterior, mucho más relajado.
En este sentido, en el seno del club tendrán que recapacitar -y mucho- de cara a la organización y planificación de las próximas temporadas sobre el equilibrio entre beneficios económicos y una buena preparación física del equipo para poder seguir ganando títulos y, consecuentemente, ingresar también más dinero a las arcas barcelonistas. En el punto medio reside la virtud.