El joven centrocampista interior del FC Barcelona, Rafinha Alcántara, termina contrato en junio de 2016 y, aunque pactó con el club una futura renovación, lo cierto es que nadie se ha puesto en contacto todavía con Mazinho. En cualquier caso, la continuidad de Rafinha no peligra
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Según recuerda "MD", el contrato que ata a Rafinha Alcántara al FC Barcelona expira en junio de 2016 y la junta directiva de Josep Maria Bartomeu no habría tratado como prioridad la renovación del joven centrocampista brasileño antes de disolverse y pedir las elecciones presidenciales, algo que sí hizo con las recientes renovaciones de otros futbolistas como Jordi Alba, Pedro Rodríguez y Dani Alves.
En el club no hay temor por una posible salida de Rafinha, pero con 30 millones de euros de cláusula de rescisión y con contrato hasta 2016 no resultaría extraño que, a sus 21 años, algún gran club apostara por impulsar sus servicios como posible estrella en potencia. El caso es que Rafinha Alcántara tiene la plena confianza de Luis Enrique para continuar formando parte de la plantilla culé y seguir creciendo en la posición de interior como futuro relevo de Andrés Iniesta.
"MD" habló con el padre del jugador, Mazinho, que prefirió restar importancia a los hechos y recalcó que su hijo está muy contento en la entidad culé. "Es cierto, no nos han dicho nada pero estamos tranquilos. Tiene un año más de contrato y lo cumplirá", afirmó, asegurando que la intención es generar una nueva vinculación al club azulgrana por cinco temporadas, de los 22 a los 27 años.
"Es jugador del Barça y habrá tiempo para sentarnos a hablar", prosiguió, aunque si no renueva pronto será libre de negociar con cualquier club a partir del 1 de enero. "No, eso no es un problema. No habrá problema, seguró. Está feliz en el club y con sus compañeros".
Rafinha Alcántara ha dispuesto de minutos esta temporada en 36 de los 60 partidos jugados por el FC Barcelona a lo largo de la temporada, marcando algún gol importante -como contra el Villarreal en Copa del Rey-, repartiendo juego y sintiéndose una pieza lo suficientemente válida como para actuar de revulsivo saliendo desde el banquillo. En este contexto, lo más probable es que se le dé continuidad.