Luis Enrique, que este viernes cumple 45 años, no quiere que la eliminatoria contra el Bayern distraiga a sus jugadores antes de un partido decisivo para ganar la Liga. El asturiano reconoce que el equipo está en un momento dulce pero advierte que todavía no se ha ganado nada
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A sólo tres jornadas del final del campeonato, el Barça afronta la visita de la Real Sociedad como una auténtica final. "Ya sabemos cuáles son las dificultades que hay para ganar y este sábado puede haber otro partido muy atractivo que puede aumentar nuestras opciones de Liga". El técnico asturiano quiere ir paso a paso y sugiere pensar sólo en el próximo rival. "Tengo la seguridad de que tenemos que ganar el siguiente partido. Luego ya veremos si los necesitamos ganar todos para ganar la Liga. La mayoría de equipos nos jugamos cosas".
Luis Enrique ha reconocido que a su equipo le quedan cinco finales. "Quedan cinco partidos, y ojalá sean seis, si somos mejores que el Bayern. Serán seis finales. Planteárselo de otro modo sería un error", manifestó. La primera la tienen este sábado ante la Real Sociedad, "uno de los pocos equipos que nos ha ganado esta temporada", advirtió el técnico del conjunto azulgrana.
En Anoeta, el equipo cayó (1-0) en la primera vuelta en uno de los peores partidos de esta temporada, que provocó la destitución de Andoni Zubizarreta como director deportivo y precipitó la convocatoria de elecciones a la presidencia del club. Sin embargo, Luis Enrique aseguró que entonces no percibió ese momento como especialmente crítico: "Más allá de lo que significan las derrotas en un club grande, que siempre llevan cola, no lo recuerdo como una situación dificilísima o imposible de superar para el equipo. Lo veo más como algo normal dentro del proceso de una temporada".
Este tropiezo ante la Real Sociedad sirvió de punto de inflexión al equipo, ya que desde entonces ha sumado 29 victorias, un empate y una sola derrota. "La verdad es que no estaba previsto. Lo que estaba planificado era ganar los 38 partidos de Liga, pero esto es imposible", ironizó Luis Enrique.
En cualquier caso, el técnico asturiano ha reconocido que, después de "un partido de la máxima intensidad" como el disputado el miércoles ante el Bayern de Múnich, siempre puede haber un pequeño bajón que puede pasar factura en el encuentro siguiente. "Por ello, hace que este partido tenga una importancia máxima para nosotros. Tenemos la suerte de depender de nosotros mismos para cerrar la Liga, queremos que siga siendo así y este sábado, de nuevo, tendremos a nuestro público al cien por cien", indicó el preparador azulgrana.
Después de la exhibición ante el Bayern, la euforia ha vuelto a desatarse en el entorno barcelonista, pero Luis Enrique sabe que es imposible frenarla: "Es un guerra perdida. Esto funciona con extremos: o está caliente, hirviendo o en el Polo Norte".
Luis Enrique confía en que la huelga convocada por la Real Federación Española de Fútbol y la Asociación de Futbolistas profesionales para las dos últimas jornadas de Liga finalmente no se lleve a cabo. "Lo que hay es diálogo de todas las partes para resolver el conflicto. Y yo espero que el campeonato termine cuando estaba previsto", afirmó.
Mathieu sigue al margen y será baja
El defensa Jérémy Mathieu ha vuelto a hacer trabajo específico al margen de sus compañeros y será baja este sábado. El francés ya se perdió la ida de las semifinales de la Liga de Campeones contra el Bayern de Múnich por unas molestias en el tendón de Aquiles de la pierna derecha, un problema que parece que no ha remitido todavía. El resto de jugadores están disponibles y se han ejercitado con normalidad a las órdenes del técnico.