Ivan Rakitic se ha convertido sin lugar a dudas, a día de hoy, en el mejor fichaje que ha realizado el FC Barcelona por su rápida adaptación al juego culé, su gran calidad y el bajo coste de su llegada. El croata no ha tardado mucho en hacer olvidar a Cesc Fábregas
El centrocampista croata del FC Barcelona, Ivan Rakitic, no ha tardado demasiado en hacer olvidar a Cesc Fábregas de la retina del barcelonismo. A las órdenes de Luis Enrique, el nuevo "4" del FC Barcelona está deslumbrando a todos los aficionados con el excelso nivel de juego mostrado hasta ahora en los partidos que ha disputado, en los que ha sido capaz de jugar en la posición de Xavi Hernández, Andrés Iniesta y Sergio Busquets llevando a cabo todas sus funciones con la excelencia por bandera y estando en todas partes a la vez.
Y por si fuera poco, también ha aportado elementos que brillaban por su escasez durante las últimas temporadas, como el disparo potente desde fuera del área y las ayudas constantes en defensa. El domingo frente al Levante, de hecho, Rakitic corrió un "sprint" desde el centro del campo hasta la línea de gol de Bravo para salvar un gol cantado.
Precisamente la capacidad de sacrificio y de esfuerzo del croata es una de las características que más se le elogian, habiendo conseguido ganarse ya el cariño de todo el barcelonismo. Algo que jamás hizo Cesc Fábregas. El de Arenys de Mar llegó a realizar muy buenos números en el FC Barcelona en lo que se refiere a números y a asistencias, pero aportó muy poco en el trabajo invisible, el llamado "trabajo sucio", un elemento indispensable en un hombre del centro del campo para dotar de equilibrio al equipo. Si miramos los números, Rakitic sólo lleva un gol y una asistencia.
Pero queda claro que su trabajo, como el de Andrés Iniesta, va mucho más allá. Ejerce una constante presión de balón, roba balones, descongestiona y organiza al equipo desde la medular, participa en las jugadas ofensivas, ayuda en defensa y, lo que es más importante, mantiene un nivel de juego alto durante todo el partido y siempre que juega. Cesc Fábregas, en cambio, podía desaparecer durante partidos enteros -sobre todo en los más importantes- y no aportaba apenas nada en tareas defensivas, siendo muy criticado en Can Barça por su falta de sangre y ambición a la hora de luchar los balones y tener la motivación necesaria como para dejarse la piel.
Pues bien, Rakitic, de momento sí se deja la piel. Y con Luis Enrique como entrenador, todo parece indicar que continuará haciéndolo durante toda la temporada como el resto de sus compañeros. El croata ya ha jugado los cuatro partidos de Liga al completo y seguirá siendo un fijo para el técnico asturiano en los partidos importantes. Su calidad está fuera de toda duda. De momento, el mejor fichaje de todo el verano a tenor de lo que se comenta entre la afición.
Carlos Domínguez
@CarlosDomnguez1
Y por si fuera poco, también ha aportado elementos que brillaban por su escasez durante las últimas temporadas, como el disparo potente desde fuera del área y las ayudas constantes en defensa. El domingo frente al Levante, de hecho, Rakitic corrió un "sprint" desde el centro del campo hasta la línea de gol de Bravo para salvar un gol cantado.
Precisamente la capacidad de sacrificio y de esfuerzo del croata es una de las características que más se le elogian, habiendo conseguido ganarse ya el cariño de todo el barcelonismo. Algo que jamás hizo Cesc Fábregas. El de Arenys de Mar llegó a realizar muy buenos números en el FC Barcelona en lo que se refiere a números y a asistencias, pero aportó muy poco en el trabajo invisible, el llamado "trabajo sucio", un elemento indispensable en un hombre del centro del campo para dotar de equilibrio al equipo. Si miramos los números, Rakitic sólo lleva un gol y una asistencia.
Pero queda claro que su trabajo, como el de Andrés Iniesta, va mucho más allá. Ejerce una constante presión de balón, roba balones, descongestiona y organiza al equipo desde la medular, participa en las jugadas ofensivas, ayuda en defensa y, lo que es más importante, mantiene un nivel de juego alto durante todo el partido y siempre que juega. Cesc Fábregas, en cambio, podía desaparecer durante partidos enteros -sobre todo en los más importantes- y no aportaba apenas nada en tareas defensivas, siendo muy criticado en Can Barça por su falta de sangre y ambición a la hora de luchar los balones y tener la motivación necesaria como para dejarse la piel.
Pues bien, Rakitic, de momento sí se deja la piel. Y con Luis Enrique como entrenador, todo parece indicar que continuará haciéndolo durante toda la temporada como el resto de sus compañeros. El croata ya ha jugado los cuatro partidos de Liga al completo y seguirá siendo un fijo para el técnico asturiano en los partidos importantes. Su calidad está fuera de toda duda. De momento, el mejor fichaje de todo el verano a tenor de lo que se comenta entre la afición.
Carlos Domínguez
@CarlosDomnguez1