La segunda derrota consecutiva del F.C.Barcelona conlleva el hecho irremediable de que el equipo se sitúe cara a cara consigo mismo, como si fuera en un espejo en el que verse reflejado tras meses donde las victorias le servían como el maquillaje perfecto para tapar las carencias que padece esta temporada
Estaba claro que las derrotas iban a llegar, no es una cuestión de oportunismo ni de ser agoreros, es que como dice el refrán “cuando el río suena, agua lleva” y el “río” llevaba sonando en los medios del entorno azulgrana desde que empezó la temporada.
El mismo entrenador del Barça, Gerardo “Tata” Martino, se ha venido asombrando de que, incluso ganando, el equipo recibiera críticas basadas en resaltar sus aspectos negativos más que los positivos. Ahora el míster ya conoce la razón: Los que opinan sobre el club son personas que llevan bastantes años vinculadas al mundo blaugrana y que, normalmente, saben de lo que hablan y tratan de poner la venda antes de la herida.
Además, como suele pasar en el fútbol, los problemas nunca vienen solos. Si se venía advirtiendo que el equipo básicamente tiene esta campaña una defensa muy endeble, su juego no es tan fluido como el de otras temporadas, la presión sobre el rival tampoco es la misma, en ocasiones peca de falta de motivación, concede muchas oportunidades de gol al rival y genera muy pocos disparos a puerta, ahora, a TODO ESO, hay que sumarle las lesiones que han dejado al equipo en cuadro, el bajo estado de forma de los supuestos líderes como Xavi o Iniesta, la falta de reacción desde el banquillo ante situaciones adversas y la mala suerte en momentos puntuales.
Y con este panorama, resulta que la ventaja que se tenía en Liga ha desaparecido y el Atlético ya vuelve a situarse empatado a puntos con los blaugranas, y en la Champions League todavía hay que asegurarse el primer puesto del grupo, algo que aunque parece sencillo no se va a conseguir cerrar hasta la última jornada de esta fase inicial.
Por otro lado, el debate del “fin de ciclo” es algo que está bastante manido. Lo que está claro es que este F.C.Barcelona no es el de Guardiola, algo ya se sabía. Dos derrotas no son el fin del mundo y no serían ni tan siquiera preocupantes de no ser por el aspecto que tiene el equipo. En lo positivo de la balanza casi únicamente estaban los resultados, pero eso también se ha estropeado. Sin Valdés salvando casi todo bajo palos y Messi marcando casi todo en la portería rival las cosas han cambiado y mucho. También está el factor suerte, ya que mientras antes siempre sucedía algo que beneficiaba al equipo en los momentos cruciales de los partidos, ahora esos instantes se decantan en contra de los intereses del Barça.
Esto es precisamente el fútbol, un deporte donde “juegan” muchísimos factores a la vez e incluso así la suerte sigue teniendo un papel fundamental.
Afortunadamente, hay que destacar que la vuelta de Messi parece estar más cerca, al 10 del Barça ya se le ha visto incluso tocar balón en Argentina donde continúa con su recuperación, y también cabe resaltar el retorno de Jordi Alba que ya se entrena con el grupo. El lateral izquierdo se había convertido en una de las piezas claves del equipo titular y sus dos lesiones desde septiembre le han impedido jugar todo lo esperado.
En lo que queda de año, es decir, el tiempo que presumiblemente le queda al Barça para recuperar a Messi y Valdés, el conjunto azulgrana tiene 5 partidos que jugar: Se tiene que enfrentar al Cartagena en los dieciseisavos de la Copa del Rey (ida y vuelta), y además otros 3 que van marcar el rumbo del equipo en 2014, Villareal y Getafe en Liga (dos partidos complicados a priori) y el Celtic de Glasgow en la Champions, donde hay que certificar el primer puesto del grupo para evitar un cruce más complicado en la siguiente ronda.
Es el momento de reaccionar ante todo lo “posible”. La plantilla no se puede cambiar, por lo menos hasta el mercado de invierno donde se podría incorporar algún jugador. Por lo visto, sería MÁS que aconsejable reforzar al menos la defensa con algún fichaje. Sin embargo, el equipo debe sacar la casta y la raza ante esta situación complicada, la primera “mini-crisis” de Martino como entrenador del Barça. Y es precisamente el míster quien debe dar el primer paso hacia el cambio de rumbo tomando decisiones: Seguramente algunas sean difíciles de tomar e incluso antipopulares, pero “Tata” no puede seguir con un inmovilismo y continuismo (en el peor de los sentidos) que está llevando al equipo a tomar una deriva cuanto menos peligrosa.
Marcelo Méndez Mingot