El flamante fichaje del Real Madrid, Gareth Bale, empieza a carburar en el Santiago Bernabéu. Frente al Sevilla marcó dos goles y repartió dos asistencias, pero también fue protagonista de una curiosa acción. El galés volvió a tirarse a la piscina
El hombre de los 101 millones de euros, Gareth Bale, intentó engañar a Teixeira Vitienes fingiendo una caída dentro del área del Sevilla. El galés quiso aprovechar el concierto de silbato del colegiado (que pitó tres penaltis inexistentes) para provocar una nueva pena máxima de manera injusta para el rival. En la segunda mitad y con 5-3 en el marcador a favor de los blancos, Bale se dejó caer más pendiente de notar algún contacto que de disputar el balón. No se trata, sin embargo, de una acción aislada. El galés ya provocó frente al Málaga otro penalti invisible. Sólo que, esa vez, el árbitro sí que picó.