Por si el delantero brasileño del Barça no tuviera suficiente con todas las faltas que recibe dentro del campo, esta semana se ha comenzado una injusta y sospechosa campaña en su contra fuera del terreno de juego. Se trata de una operación orquestada e intencionada para tratar de influir sobre el que se ha convertido, por méritos propios, en uno de los fichajes más acertados del fútbol europeo
Mientras Neymar Jr. sigue creciendo a pasos agigantados como futbolista jornada tras jornada, partido tras partido, parece que hay quienes no terminan de soportar que el nuevo fichaje estrella del F.C. Barcelona esté jugando incluso mejor de lo que se esperaba en este inicio de la competición. Con Messi lesionado, todos los focos se pusieron sobre el joven brasileño que, de manera casi obligatoria, recibía la “vara de mando” el día que Leo tenía que dejar el campo por sus molestias en el bíceps femoral.
Pese a haber jugadores con mucha más experiencia en el equipo, con más conocimiento de las competiciones de Liga y Champions, y del propio funcionamiento del vestuario y del club, Neymar fue el señalado por todos como el nuevo “capitán del barco”. Tanto la prensa como la afición esperaban que el 11 del Barça fuera quien tomara el timón del ataque y del juego ofensivo. Y así fue y así está siendo. El brasileño, que tiene poco de tímido en el campo, no dudó en echarse el equipo a las espaldas, convirtiéndose en el mejor jugador azulgrana en todos los partidos donde Messi no ha podido participar. Ya venía demostrando, con el argentino en el campo, que es uno de esos jugadores que van cada vez a más, pero la lesión de Leo le puso en una situación complicada de la que está saliendo más que airoso. Y la situación era complicada no porque no sea agradable o atractiva desde el punto de vista deportivo. La situación no era fácil porque son muchos los que están deseando ver que Neymar fracasa, que es un fichaje desastroso y que tiene que coger las maletas e irse por donde ha venido.
Aquí es donde entra en juego la humana y a la vez malvada envidia. Resulta que Mourinho no tuvo otra cosa que hacer que llamar a Neymar piscinero. Sí, sí, Mourinho. El mismo que quería al brasileño en el Real Madrid por encima de todo y que, tal y como recogen las hemerotecas, incluso telefoneó a Neymar para convencerle de trabajar bajo sus órdenes. Sí, José Mourinho, el mismo que tanto y tanto defendió y pidió que se protegiera a Cristiano Ronaldo cuando entrenaba al Real Madrid, a pesar de que el portugués había sido premiado como jugador más pisicinero de la Premier League (dudoso honor en este galardón). Pero es que, además, el mismo jugador del Celtic que fue expulsado por patear a Neymar en el suelo sin posibilidad de jugar el balón reconoció públicamente que se había “calentado” y que estaba arrepentido de su acción, con lo que Mourinho volvió a hacer el ridículo una vez más. Sin embargo, es positivo comprobar que el entrenador luso sigue con atención los partidos del Barça, quizá si continúa así, lo mismo hasta aprende algo de fútbol y deja de utilizar sus tácticas rácanas allá por donde va.
Otro de los que se empeñó en criticar a Neymar es Juan Ignacio Martínez, míster del Valladolid. Es de suponer que JIM todavía estaba con el calentón de haber perdido por goleada en el Camp Nou, pero habría que recordarle que su equipo cometió dos penaltis sobre el brasileño que no se pitaron, de los cuales no se le escuchó replicar. Lo que debe hacer el entrenador de los vallisoletanos es centrarse en su equipo, tal y como hizo cuando llevaba al Levante, para tratar de conseguir mejores resultados en lugar de lanzar balones fuera cuando no consigue sus objetivos.
Estas críticas a Neymar han sido además magnificadas y vociferadas por los altavoces de los medios afines al Real Madrid, y es que “el Clásico” está a la vuelta de la esquina, tan solo 2 semanas para el primer Barça-Madrid de la temporada. Es un momento perfecto para tratar de empezar a desquiciar al rival, porque la renta de 5 puntos en Liga a favor de los azulgranas pesa como una losa en la mente del aficionado madridista, y en caso de perder ese derbi las cosas podrían empeorar aún más.
Mientras tanto, Neymar lo que debe hacer es seguir esquivando tanto a jugadores en el campo, porque no se puede obviar que es el jugador que más faltas recibe en la competición liguera, como a las críticas externas. Cuanto mejor lo haga en el campo, peor le van a tratar los rivales tanto dentro como fuera del mismo. Y eso es precisamente lo que pasa: Neymar lo está haciendo muy bien y la caza que se ha iniciado en la última semana contra él es una muestra más de que está en el buen camino.
Marcelo Méndez Mingot