Abonados al sufrimiento

El juego del Barça en este inicio de temporada está generando muchas dudas

El inicio de esta temporada ha despertado a un fantasma que siempre ha rondado Can Barça y del cual, tanto socios como aficionados, ya se habían olvidado: El sufrimiento

En los últimos años, el F.C. Barcelona ha acostumbrado a los seguidores a ganar, y a ganar bien, holgadamente, con el control del partido y, en la mayoría de los casos, por más de un gol de diferencia. Sin embargo, este año parece que el equipo vuelve a recordar a un Barça de otros tiempos, donde cada partido era un “mundo” que había que superar con más esfuerzo del previsible, cuando ganar claramente suponía un reto casi imposible de alcanzar debido a los puntos débiles del conjunto culé.

¿Qué le pasa al Barça? ¿Por qué le cuesta tanto cerrar todos los partidos? Desde que empezó la competición oficial, los blaugranas sólo han ganado dos partidos con contundencia, en la primera jornada de Liga ante el Levante y ayer contra el Ajax de Amsterdam en Champions League. Al margen de estos dos encuentros, todos los partidos se han convertido en un sin vivir, con finales de infarto donde se ha podido empatar e incluso perder, si no llega a ser por el increíble momento de forma de Víctor Valdés, quien está cuajando su mejor inicio de campaña desde que se hizo con la titularidad bajo los palos. Si no cambian y mucho las cosas, esta temporada va a ser una de esas calificadas “no apta para cardíacos”. Esperemos que nadie se quede por el camino, pero las taquicardias ya las han sufrido más de unos cuantos.

El Barça, hoy por hoy, sigue sin ser un equipo fiable. Ayer ganó bien, pero jugó mal. El fin de semana pasado en Liga volvió a mostrar sus debilidades defensivas, de las que tanto se ha hablado pero que siguen sin tener una solución a la vista. El equipo hasta ahora se resume en Messi, Valdés y los destellos de calidad de Neymar. Para ser justos habrá que decir que el fichaje del brasileño sí que ha sido acertado, y el delantero de la “canarinha” está cada vez más adaptado y más suelto dentro del campo, dejando detalles que confirman que está llamado a ser un “grande” dentro de muy poco tiempo. Sin embargo, dos o tres jugadores no pueden ganar títulos ellos solos. Hay está el ejemplo del Madrid, donde con Casillas y Cristiano estando a un nivel excepcional los últimos años, no ha podido más que rascar las “migajas” que el bloque sólido y compenetrado del Barça les ha dejado.

Lo de Leo, aunque también está muy manido, es de otra galaxia. Ayer hizo otro “hat-trick”, justo el día después de que los medios afines al Real Madrid volvieran a ensalzar a Cristiano como el más grande por conseguir tres goles en Estambul ante el Galatasaray. A Messi le van los retos, cuando se “pica” juega aún mejor y la competencia de Ronaldo es algo que le motiva y le hace ser mejor cada día, mientras que al portugués cuando no le salen las cosas se muestra desquiciado y desesperado en el terreno de juego.

Se supone que una de las causas de que la máquina azulgrana todavía no funcione a su máximo nivel es que el engranaje sigue trabajándose, bajo las nuevas ideas que el “Tata” Martino quiere implantar en el juego del equipo. En cualquier caso, eso no puede ni debe de servir como excusa para que cada partido se convierta en un drama. Las ideas y cambios tácticos se deben ir aplicando poco a poco. Todos saben que el Barcelona necesita nuevos y diferentes recursos para los partidos donde el conjunto se “estanca” y no consigue superar las cerradas defensas rivales. Sin embargo, esto no quiere decir que haya que dar un giro de 360 grados en la manera de jugar que tantos éxitos han dado a la entidad. Cuando hace unos días Piqué decía aquello de “en ocasiones hemos sido esclavos del tiki-taka”, quizá tendría que haber salido alguien del club o del entorno a recordarle al central que si se siente o se ha sentido esclavo alguna vez puede irse por donde vino, en el Barça hay que jugar sintiéndose libre y orgulloso de llevar esa camiseta y, por otro lado, también se le podría haber recordado que el “tiki-taka” es la época más gloriosa de toda la Historia del F.C. Barcelona, que llegó a ganar 6 títulos en una sola temporada bajo esa filosofía y que fue mundialmente reconocido como uno de los mejores equipos de fútbol de todos los tiempos, por no decir el mejor.

La filosofía Barça de control de la posesión del balón, de tratar bien el esférico, de llevar la iniciativa y jugar para agradar a la afición no es algo nuevo. Que nadie se olvide de épocas como la de Van Gaal, donde ganando títulos e incluso metiéndole 9-0 a Osasuna en el Camp Nou los aficionados pitaban al equipo. El Barça necesita títulos, pero también jugar bien al fútbol.

Que nadie se equivoque, no hace falta ninguna revolución porque el año pasado se perdiera en semifinales de manera clara ante el Bayern de Munich. Lo que le hace falta al equipo son pequeños retoques que le hagan volver a estar en lo más alto y optar a ganarlo todo. Uno de esos “retoques” era precisamente fichar a un defensa central y no se ha hecho. Ahora hay que aceptar lo que venga, las consecuencias de no haber hecho bien algunas cosas como esa. Pero con cabeza, con serenidad y recuperando la estabilidad y el control de los partidos cuanto antes. Para ganar hay que sufrir, pero se ha empezado demasiado pronto con el sufrimiento. 

Marcelo Méndez Mingot