Suma y sigue: Presunto amaño de partidos en el fútbol español

Ángel María Villar sacó balones fuera sobre las informaciones de partidos arreglados.

El presidente de la Federación Española de Fútbol, Ángel María Villar, no ha querido valorar las últimas noticias que han salido de la Liga Española sobre partidos arreglados en Primera y Segunda División

Preguntado por esta cuestión, Villar ha tirado balones fuera y ha asegurado que está muy orgulloso de ser durante tantos años, 25, presidente de una Federación de un "fútbol honesto". Al día siguiente de la denuncia pública del presidente de Girona, la Liga de Fútbol Profesional y el Consejo Superior de Deportes han comenzado a investigar una serie de enfrentamientos sospechosos de haber sido arreglados. La mancha se extiende y salpica, ahora, una decena de partidos, entre Primera y Segunda División.

El presidente del Girona ha levantado la alfombra y la corrupción en el fútbol español sale a la luz multiplicada. La Liga de Fútbol Profesional se ha puesto manos a la obra y asegura que hay nueve partidos investigados de la temporada pasada, tres de Primera y seis de Segunda. Uno de estos es el Girona-Xerez, en el que los andaluces, a través de una persona anónima, habrían intentado vender su derrota por 120.000 euros contactando con el portero y capitán de entonces del equipo gerundense, Dani Mallo.

La patronal del fútbol español ha comunicado a la Fiscalía Anticorrupción su investigación. Las sospechas están fundamentadas en el volumen anormal de apuestas de ciertos partidos y en hechos anteriores y posteriores a cada uno. Además del Girona-Xerez y el Racing Girona, la Liga de Fútbol también se habría fijado, por ejemplo, en el Levante-Deportivo y en el Levante-Celta. Ambos los perdió el equipo valenciano, con la permanencia en el saco, ante dos equipos que luchaban por salvarse en el tramo final de la competición.

En caso de que quedara probada la compra de partidos, el Código Penal recoge que las personas culpables pueden ser condenadas a penas de prisión de hasta cuatro años, y los clubes, a inhabilitaciones de hasta cinco años.