Lo más apasionante de la temporada que está a punto de empezar, sin ninguna duda, para los seguidores del F.C. Barcelona es ver juntos al mejor jugador y a uno de los futbolistas más prometedores y vistosos en el campo. Messi y Neymar jugando para el mismo equipo son una atracción que puede hacer Historia en el mundo de fútbol
Sobre el argentino no hay ninguna duda, Messi es simplemente el MEJOR jugador del planeta, y tanto sus títulos individuales, como los colectivos y estadísticas así lo acreditan, aunque haya algunos que aún se empeñen en discutirlo por razones varias, siempre más cercanas al fanatismo y la discusión que a la pura realidad.
Sin embargo, el caso de Neymar es diferente. El brasileño tiene mucho que demostrar y se le va a exigir que lo haga desde el minuto 1, ya que así ha sido siempre con los jugadores del Barça. La presión sobre el jugador va a ser enorme, y esa será seguramente la traba que Neymar va a tener que superar. Nadie puede cuestionar su potencial, ni su calidad, ni tan siquiera su efectividad. Pero, ¿será capaz de “encajar” en el Barça? El precio de su fichaje no hace más que sumarle presión añadida, y lo que todos los socios y aficionados blaugranas esperan es que sea capaz de quitarse de encima esa presión con el mismo desparpajo que se deshace de los rivales en el campo.
Las últimas experiencias con jugadores “estrella” fichados para la delantera del equipo, para acompañar a Leo en la tarea del gol, no han sido nada positivas. Ibrahimovic y Villa no aportaron todo lo que se esperaba de ellos y, aunque son casos diferentes, ambos han acabado saliendo del club con más pena que gloria. Tampoco Eto´o encajó en el equipo, aunque en su caso fue más un problema de vestuario que de rendimiento deportivo. Y es que precisamente la complejidad de un equipo como el F.C. Barcelona radica también en eso: No sólo tienes que ser bueno en el campo, demostrarlo en cada partido y conseguir un rendimiento excelente a nivel general, sino que el “rol” que debes desempeñar se convierte en un papel clave para medir el éxito general.
Parce que Neymar, a juzgar por sus palabras y comportamiento en las primeras semanas como jugador del Barça, lo tiene claro. El brasileño está llamado, por el momento, a ser el fiel escudero en la línea de ataque de Leo Messi. Su ego no puede nublarle la vista ni ahora, cuando todavía no ha debutado en partido oficial con el equipo, ni cuando marque un “hat-trick”, consiga victorias y viva tardes de gloria en el conjunto blaugrana. Ese va a ser su gran reto si las cosas le salen bien en el campo, saber mantener un balance y una actitud positiva con respecto a su persona y su papel en el equipo.
El Barça tiene a Leo y la política del club es que, siempre y en todo momento, quede claro que Messi es el “jefe” del vestuario. A juzgar por los resultados de los últimos años esta estrategia ha funcionado y bastante bien. Es por ello que si el fichaje de “Tata” Martino tiene algo que ver con Leo tampoco hay que echarse las manos a la cabeza, puesto que la felicidad y los momentos dulces del argentino han coincidido siempre con éxitos colectivos y momentos de felicidad para todos.
Precisamente, el entrenador es otro de los que va a tener presión, y mucha, sobre sus hombros en cuanto empiece la temporada. Martino también tiene que demostrar que está a la altura de un equipo donde nada el fácil. Y lo que más importa no es ya que el equipo juegue con pases precisos y dominando la posesión del balón, algo que está ya en el ADN de los jugadores y que seguirá siendo así. Lo verdaderamente relevante va a ser comprobar cómo se las ingenia el míster para sacar adelante los partidos clave de la temporada, donde todo se pone en contra y cuando parece que la pelota no quiere entrar. ¿Fútbol más directo? Puede que sea la solución, pero no es fácil inculcar una nueva filosofía de juego a unos jugadores y un esquema tan consolidado durante años como el que tiene el Barça.
En cualquier caso, tanto las incógnitas sobre Neymar y Martino, como las dudas que se puedan tener sobre ellos e incluso el enigma de saber cómo serán las relaciones entre Barça y Madrid tras la marcha de Mourinho, lo único que hacen es acrecentar en todos los socios y aficionados culés, más si cabe, las ganas de que el balón empiece a rodar.
Más de uno se está frotando ya las manos imaginando que todo sale según al guión previsto y Messi y Neymar consiguen compenetrarse a la perfección. Si eso ocurre, que a nadie le quepa ninguna duda, estaremos ante una de las mejores parejas de la Historia del fútbol, una sociedad ilimitada de fútbol, goles, asistencias y magia sobre el terreno de juego.
Marcelo Méndez Mingot