El Madrid gana a la Real, pero sigue abonado al despropósito

Cristiano Ronaldo, con un doblete, ha rescatado al Real Madrid en la segunda parte de un partido que se le había complicado incomprensiblemente en la primera. José Mourinho -silbado por el Bernabéu- ha vuelto a sentar a Iker Casillas, aunque éste ha tenido que salir en el minuto 6 por expulsión de Adán

La accidentada victoria de este domingo en el Bernabéu contra la Real Sociedad puede que haga olvidar que los conflictos que Mourinho ha ido levantando en el Real Madrid han acabado cogiendo un tono preocupante. El fútbol de élite llevado al despropósito. De entrada, debido a las muchas bajas que está teniendo en defensa, el técnico portugués ha tenido que dibujar una primera línea de circunstancias con Arbeloa, Carvalho, Varane y Essien. Pero la noticia volvía a estar en la portería: Casillas repetía en el banquillo en beneficio de Adán, el gran protagonista de la primera parte. Porque el portero ha sido expulsado en el minuto 5 al cometer penalti sobre Vela, que el encaraba dentro del área.

Casillas ha entrado en el terreno de juego por Callejón, con el equipo con un jugador menos, apenas para encajar el gol del penalti transformado por Xabi Prieto. Y con un gesto revelador: ha rechazado el brazalete de capitán cuando Cristiano Ronaldo se lo ha ido a entregar. En tan sólo cinco minutos, la euforia provocada por el gol de Benzema ha quedado diluida y en la grada se han oído silbidos y gritos de desaprobación contra Mourinho.

La Real Sociedad ha olido la herida del rival y ha decidido hurgar por parsimonia, ejerciendo un dominio relativo, que en la primera no ha salido bien, porque en un córner fallido del Madrid, en el minuto 34, Khedira ha desviado hasta la red un disparo defectuoso de Carvalho. La paciencia vasca ha tenido premio en una jugada colectiva que ha dejado en evidencia a la defensa blanca: Prieto libre ante Casillas para restablecer el empate. Al Madrid ya sólo le han quedado dos opciones: la debacle o la épica. Y Cristiano ha elegido la épica. Se ha puesto el equipo a la espalda y ha decidido jugárselo todo. Al principio sólo con disparos lejanos más o menos afortunados, después con internadas.



En la primera de ellas, habilitado por un pase al espacio de Benzema, ha abierto su cuenta goleadora. Después, con una falta desde la esquina izquierda del área que se ha envenenado tanto que Bravo no ha visto cómo le pasaba entre las manos. Partido resuelto. O no. La Real Sociedad había comenzado la segunda parte con la misma filosofía que en la primera. Consciente de que la defensa blanca era de mantequilla, no ha renunciado a correr cada vez que ha podido, y ha obtenido muchos córners.

Finalmente, Prieto, de nuevo, ha culminado una carrera por la derecha para cruzar con potencia y acortar diferencias. Con 15 minutos por delante, pareció que los hombres de Philippe Montanier, aún con superioridad, podían culminar la hazaña, pero la expulsión de Estrada en el 79 les ha hecho retroceder. Y los de Mourinho, contentos. El hecho de perder puntos en un partido así, en casa, habría removido muchas más cosas de las que ya se tambalean en la casa blanca. Y se ha visto que tambalean en serio.