Empatar a dos en el partido de casa en una eliminatoria es un pésimo resultado. De hecho los precedentes con un empate en casa en el partido de ida no son nada buenos. El equipo se ha encontrado en esta situación dos veces, y en ambas quedó finalmente eliminado: la temporada 34/35 empató 2-2 con el Levante y sólo pudo empatar 1-1 en la vuelta, y la temporada 1988/89 empató 3-3 contra el Atlético de Madrid en el Camp Nou y cayó por 4-0 en la vuelta. Hace poco, sin embargo, perdió por 0-1 el partido de ida contra el Zaragoza y logró la remontada en el partido de vuelta (1-2). Fue en la temporada 2006/07, con Frank Rijkaard en el banquillo. La última vez que el Barça afrontó una vuelta de Copa habiendo empatado la ida fue en la temporada 2010/11 contra el Athletic Club (0-0). En la vuelta, los catalanes pasaron ronda con un 1-1 en San Mamés.
El pinchazo ante el Málaga ha sido el primer partido de los cinco disputados en la Copa que no gana el Barça. En casa, sólo había empatado con el Real Madrid en la Liga y el equipo sumaba siete victorias consecutivas en compromisos oficiales.
El 2-2 favorece claramente al Málaga, que se jugará en La Rosaleda el pase de ronda. El empate (0-0) o (1-1), daría la clasificación al equipo andaluz, el empate (2-2) forzaría la prórroga y a partir de ahí cualquier empate beneficia al Barça. Recordamos que los últimos cinco resultados del Barça en la Rosaleda en la Liga (1-4 en las temporadas 2008/09 y 2011/12, el 0-2 de la 2009/10 y los 1-3 de la 2010/11 y 2012 / 13) clasificarían al conjunto azulgrana para las semifinales donde se enfrentaría al vencedor de la eliminatoria Madrid-Valencia, favorable al equipo blanco tras el partido de ida en el Bernabéu (2-0).
Recordamos que el partido de vuelta de los cuartos de final de la Copa del Rey frente al Málaga se juega el jueves 24 de enero a las 22 horas y será ofrecido por Telecinco.