El Real Madrid de Mourinho continúa a años luz de un Barça... sin defensa


El Barça de Tito Vilanova volvió a demostrar que sigue siendo el mejor, en un partido sin cinco titulares indiscutibles -cuatro en la defensa-, plantó cara y empató ante un Madrid que presentaba su alineación de gala, y que además necesitaba ganar sí o sí.

La mayoría de crónicas del día destacan el inmenso partidazo vivido ayer en el Camp Nou, y es cierto, fue un clásico jugado de poder a poder entre los dos mejores equipos del mundo. Pero no nos engañemos, a día de hoy el Real Madrid de Mourinho continúa, futbolísticamente hablando, a años luz del equipo azulgrana. Y es que, tras la aparente igualdad de los últimos clásicos, se esconde un detalle a tener muy en cuenta: Los lesionados.

El Barça jugó el clásico sin su defensa titular, sí, esa que le ha hecho campeón de todo; Dani Alves, Carles Puyol, Gerard Piqué y Éric Abidal. Además, del once de gala también tuvo la ausencia de David Villa -aunque estaba en el banquillo, viene de una lesión de 8 meses-. En total, cinco bajas sobre once jugadores, incluida la defensa titular al completo. Si a esto le sumamos que quien se la jugaba realmente en este partido era el Madrid -recordamos que llegaba al clásico como se fue, a ocho puntos-, el empate cosechado adquiere un mérito enorme. Les invito a imaginar el siguiente escenario:

¿Qué hubiera ocurrido si el Real Madrid de Mourinho hubiera visitado el Camp Nou con las siguientes bajas? ¿Hubiera empatado? ¿Hubiera tenido opciones?

Arbeloa (Alves, con perdón); Pepe (Piqué); Sergio Ramos (Puyol); Marcelo (Abidal) y Benzema recién recuperado de una lesión de ocho meses (Villa).

Cuando eso ocurra hablaremos de igualdad, mientras tanto nos conformamos con llamar a las cosas por su nombre: EL BARÇA HA JUGADO EL CLÁSICO CON UN ONCE DE CIRCUNSTANCIAS, HA EMPATADO... Y CASI GANA.