En declaraciones al canal deportivo estadounidense 'Fox Sports', Mourinho ha confiesado que no debería haber hecho la desafortunada acción del dedo en el ojo a Tito Vilanova: "Lo que hice obviamente no lo debería haber hecho pero tampoco soy un burro que hace las cosas sin saber que una historia anterior es la que me llevó a perder un poco el control".
Además, coincide con el técnico del Barça en que lo peor fue que las imágenes quedarán para siempre. Estas declaraciones llegan justo un año después del partido de vuelta de la Supercopa de España donde se produjo el incidente, y que le supuso una sanción de dos partidos, aunque incomprensiblemente la Federación le acabó perdonando.
