El pasado sábado en el amistoso frente al PSG, el Barça vivió un hecho sorprendente, todo y contar con hasta cinco jugadores que pueden ocupar con garantias el lateral izquierdo, tuvo que ser el canterano Carles Planas quién ocupara esa posición. Jordi Alba estaba de permiso, y Abidal, Adriano, Muniesa y Fontàs lesionados.
Carles Planas se ha formado en las categorías inferiores del Club y desde el año 2010
está en el filial, al que llegó de la mano de Luís Enrique. El pasado sábado el canterano tuvo que salir de titular ante el París Saint-Germain porque ninguno de los cinco jugadores del primer equipo que pueden ocupar esa posición estaban disponibles. Increíble pero cierto.
Sorprendentemente no es un problema de planificación ni de falta de efectivos, sino un gafe que persigue al equipo desde hace tiempo y que supone una seria amenaza para el último fichaje del Barça. Jordi Alba tendrá que luchar contra los elementos, a priori, la banda izquierda del Barça está gafada y él podría ser la próxima víctima de la maldición -toquemos madera-.
La maldición del lateral izquierdo empezó con el traspaso de Maxwell -que para rizar el rizo el pasado sábado jugaba en el equipo rival-. Éric Abidal tuvo que ser operado del hígado causando baja indefinida, Andreu Fontàs cayó lesionado de gravedad y todavía no ha podido reaparecer, Marc Muniesa se rompió en el primer partido de pretemporada -estará de baja de seis a ocho meses-, Adriano Correia se hizo un esguince en el tobillo y también fue baja para el partido. Y para acabar de rematar el gafe, Jordi Alba estaba de permiso y tampoco pudo participar en el amistoso. Cinco jugadores, cuatro lesionados -tres de gravedad- y uno de vacaciones... lo dicho, toquemos madera porque esta banda da miedo.
