Esta semana será muy especial para David Villa, el jugador asturiano volverá a sentirse futbolista tras una grave lesión que le ha tenido apartado de los terrenos de juego los últimos ocho meses. En diciembre se rompió la tibia mientras disputaba el Mundial de clubes, y eso hizo que se perdiera toda la temporada. Ni Liga, ni Eurocopa, ni Juegos Olímpicos. El pasado martes, Villa recibió el alta médica confirmando que su recuperación va por buen camino. Los doctores Cugat y Pruna informaron que el jugador ha evolucionado satisfactoriamente de su lesión, aunque matizaron que todavía faltaba un tiempo prudencial para competir.
Ocho meses en el dique seco es mucho tiempo y la falta de ritmo de competición será un obstáculo difícil de superar. Muchos ya vaticinan que recuperar la mejor versión del guaje se antoja casi imposible y que posiblemente los mejores momentos de este futbolista sean ya parte de la historia. El "7" del Barça tiene ante sí un reto mayúsculo, recuperar sensaciones y volver a demostrar que continúa siendo uno de los mejores delanteros del mundo. El comienzo es esperanzador, su alegría y motivación demuestran que el Guaje vuelve con fuerza, convencido de volver a ser un jugador importante y goleador... como siempre.
Esta semana Villa podría disputar sus primeros minutos tras la lesión, será en Göteborg ante el Manchester United o en Bucarest ante el Dinamo. Tras completar con éxito su primera semana de entrenamientos con el grupo, llega el momento de competir, y de sus sensaciones en el campo ese día dependerá su vuelta definitiva al equipo. Bienvenido "Guaje".