A nadie se le escapa que el peso de los jugadores del FC Barcelona
-ahora con ocho jugadores-dentro de la selección española es muy, muy
grande. Los éxitos en los últimos cuatro años, en los que España ha logrado Eurocopa, Mundial y Eurocopa de manera consecutiva, han coincidido también con los mejores años de la historia del Barça, capaz de ganar 14 de los 19 títulos en juego. Nada que ver con la casualidad.
Y las cosas han ido muy bien tras la disputa de la última Eurocopa en
2008 y del Mundial en 2010: en las temporadas siguientes el Barça firmó
siempre, como mínimo, Liga y Champions. En la temporada 2008/09, de
hecho, el equipo levantó también la Copa, rubricando un histórico
triplete, acompañado por un 2009 redondo con seis títulos. En el curso 2010/11 se ganaron cinco, únicamente con la Copa como punto agridulce.
Estos resultados principalmente se explican, virtudes futbolísticas al margen, desde el hambre de los jugadores.
Muchos de ellos, a pesar de haber levantado Eurocopa o Mundial, han
seguido demostrando su hambre de títulos en Can Barça. Sólo así se
pueden entender palmareses como el de Xavi e Iniesta, entre los mejores
del planeta, ya sea en cuanto a nivel de selecciones o Clubes. Esta hambre de títulos ha hecho que los jugadores superen el supuesto cansancio que han arrastrado tras años con Eurocopa o Mundial,
en los que se tuvieron que disputar más partidos de lo habitual. Ahora,
tras un nuevo éxito de la selección de Del Bosque, llega la hora de
confirmar nuevamente esta buena tendencia azulgrana.