¿Canguelo? No, lógica. ¿Por qué algunos se empeñan en simplificar burdamente lo que requiere un análisis objetivo?. Comenzó MARCA la guerra de los vocablos raros. Una guerra de tres años que paradójicamente ha beneficiado más que perjudicado al F.C.Barcelona. Los de Guardiola encontraron en la afrenta cavernaria un estímulo ideal para hacer crecer su ambición y la de sus aficionados. La caverna culé, que la hay, devuelve con el dorso de la mano años después lo que no admite respuesta por zafio. Error mayúsculo. No es buena idea apagar fuegos con gasolina.
Merece la pena detenerse un instante y extraer conclusiones sólidas y razonadas sobre lo que está pasando en casa del vecino. Lo de rascar la superficie y quedarse con el chascarrillo fácil, se lo dejo a los que viven del showbusiness.
1. Aspecto psicológico
Los futbolistas del Real Madrid están habituados a ser perseguidores y no perseguidos. Esta temporada los papeles han cambiado. La situación es diametralmente distinta. El objetivo del que va por debajo es ganar a toda costa independientemente de los riesgos que deba asumir. Si uno no tiene nada que perder, no tienen nada que proteger. La simplificación del propósito, facilita enormemente la función directora del entrenador que solo debe centrar su discurso en el aspecto técnico y táctico. Por contra, el que lidera, soporta un yunque pesado llamado proteccionismo. Si uno tiene algo que perder está obligado a protegerlo. Manejar con inteligencia y serenidad la aprensión a la pérdida, es una de las cosas más difíciles con las que se puede encontrar un líder, independientemente del ámbito en el que nos movamos.
El Barça supo gestionar durante todos estos años ese aditivo sodomita. En realidad, como claro dominador del fútbol actúal, convive permanentemente con él. Que lo pueda hacer el Real Madrid, está aún por ver. De momento ha dilapidado 6 de los 10 puntos que tenía de ventaja. Pero peor que los puntos, es la actitud excesivamente histérica e histriónica de la que hace gala su técnico cada vez que las cosas no salen como tenía previsto y que sin duda repercuten en el rendimiento de los peones que tiene a su cargo. Espantás en ruedas de prensa, acusaciones veladas a través de portavoces deslenguados o victimismo elevado a la ridícula potecía no hacen sino empeorar una situación que debería ser envidiable y que hubiera firmado el madridismo con los ojos cerrados a principio de temporada.
La encrucijada del Madrid debe catalogarse como existencial. Son muchos años chupando rueda y tragando polvo. De forma imprevista se ven con una ventaja suficiente para llegar a meta abrochándose la cremallera del mallot y saludando al personal. Les está pudiendo la responsabilidad. Les está superando el conocimiento y la sensatez; la que les obliga a ser conscientes de que perder esta liga supondría un palo de dimensiones bíblicas.
2. Aspecto físico
No es la primera vez que hago mención a este apartado cuando me refiero al Real Madrid. Mourinho planteó una pretemporada exigente que tenía como fin primordial conquistar la Supercopa de España. No le culpo. Tras el descalabro de la temporada pasada, en la que el Barça conquistó liga y Champions después de eliminarle en semis, el equipo necesitaba un primer golpe de autoridad que insuflara optimismo no solo en el grupo, sino en una afición ya harta de afrentas azulgranas. Mou consiguió su propósito a medias. El equipo llegó pletórico a la primera cita seria de la temporada, pero ni aún así fue capaz de adjudicarse el anhelado trofeo. Un Barça con apenas tres o cuatro días de preparación solventó a doble partido su primera piedra de toque.
Lo que si ha logrado el de Setubal es tener al equipo enchufado a la liga desde un principio. Eso, unido a un calendario propicio ha influido en que hayamos visto hasta el momento un Real Madrid casi inexpugnable. No obstante las tornas parecen estar cambiando. Era de esperar que los blancos tuvieran un bache en su estado físico, máxime cuando Mourinho se está jugando los cuartos con apenas 13 o 14 futbolistas. Xabi Alonso, Khedira, Marcelo, Özil o Ramos dan muestras en los últimos partidos de cierto bajón en su rendimiento.
Ayer mismo, ante el Valencia, en un partido loco de ida y vuelta, los de Mou padecieron a la hora de bajar a defender. El equipo se mostró excesivamente largo, con líneas muy separadas, síntoma inequivoco de que las fuerzas ya andan muy justas. De ello tomó buena nota el ojeador del Bayern que a buen seguro planteará una eliminatoria a cara de perro.
Por el contrario, el Barça, comenzó la pretemporada tarde y toda la planificación ha ido encaminada a llegar al tramo final de liga en la mejor forma física posible. Además, ha superado ya su particular tourmalet enfrentándose a los huesos más duros de la competición doméstica. Las rotaciones son constantes, el uso de la cantera paliadora divina de problemas musculares, ejemplar y la motivación para lograr lo que parecía imposible, suma y de que manera cuando las fuerzas flaquean.
3. Aspecto futbolístico
El Madrid ha comenzado a ceder puntos, cuando se ha enfrentado a equipos mínimamente competitivos. Málaga, Villareal y Valencia. Conjuntos todos ellos que independientemente de su situación en liga, tienen un nexo común, saben jugar, tienen peligro y gol cuando llegan a puerta y lo más importante, son capaces de manetener el control del esférico sin regalarlo ante la mínima presión. Ello obliga al Madrid a emplearse en la recuperación y por ende, desgastarse en el plano físico.
Por otro lado, los merengues tienen un serio problema en cuanto a su forma de encarar los partidos. Gana por aplastamiento. Con sinceridad, si me preguntan a que juegan les diría que no tengo ni la más remota idea. Se que gustan de lanzar contras tras pérdidas absurdas del rival y que acumula mucha gente arriba, con gran desequilibrio, pero aparte de eso, desconozco en base a que mecanismos se mueven las piezas del tablero blanco.
Obviamente las dificultades aparecen cuando desparece la contundencía y es obligado sustentarse en una filosofía o estilo de juego. El lio se hace evidencia cuando el rival te obliga a ser equipo y no una pléyade de individualidades mal avenidas. Está pasando y contra Athlétic, Bayern y Barça, la situación se agravará.
4. Y el Barça...
Sobra decir que nada de lo dicho anteriormente tendría sentido si tras la estela de los blancos no hubiera un conjunto de la grandeza del Fútbol Club Barcelona. Un equipo que lejos de desfallecer en su persecución, aprieta los dientes como nunca para tratar de lograr su cuarta liga consecutiva. Cuando llega Marzo, este equipo se transforma. Emerge de la nada un gen competitivo indestructible que empuja a los azulgrana a conquistar todos los objetivos propuestos a principio de temporada. Eso el rival lo ve, lo siente, lo padece y por supuesto...lo teme.
Muchos dirán que esta liga solo la puede perder el Real Madrid. Creo que en este artículo ha quedado patente que el discurso debe ser más profundo. Las cosas no pasan por casualidad y menos en el mundo del fútbol. La constancia, el trabajo, la disciplina y el conocimiento son aspectos fundamentales que marcan los resultados y por consiguiente, los títulos.
Habrá liga hasta el 90'.
Publicado por EBV - @Banquilleros
