El 25 de enero de 2011, Soufian, un niño de 11 años afectado por el síndrome de Laurin-Sandrow, conseguía uno de sus sueños: hacer unos toques de balón con Leo Messi. Las prótesis de Soufian, que llevan el número 10 y el nombre de Leo Messi, evidenciaban su admiración por el futbolista. Así lo recogieron entonces las cámaras de TV3.
Meses más tarde, el equipo de deportes de TV3 volvió a juntar a Soufian con su ídolo, con motivo de un documental dedicado al niño. Soufian no se pudo evitar pedirle que le dedicara un gol picando las piernas. El jugador, con total convencimiento, le contestó que al día siguiente lo haría. Y efectivamente, al día siguiente Messi le dedicó el primero de sus tres goles ante Osasuna, con el gesto cómplice que habían pactado.