Esta noche, en Zúrich, un jugador (Xavi o Messi) y el técnico del FC Barcelona pueden proclamarse, respectivamente, el mejor jugador y el mejor entrenador del mundo de 2011. "A jugadores como Messi, Xavi o Iniesta no se les puede decir nada para motivarlos. Compiten contra sí mismos. Aman este deporte, lo disfrutan. Es por ello que Xavi lleva tantos años al más alto nivel de motivación, o Messi. Nunca serás el mejor en tu trabajo si no das lo mejor que llevas dentro", ha declarado Guardiola, como uno de los secretos del éxito de estos jugadores.
Un triunfo de la cantera. Para el técnico, que el año pasado en el podio sólo hubiera jugadores formados en casa, y que este año dos de ellos vuelvan a serlo, es el éxito "más importante". Se ha explicado: "Con esto no quiero decir que los jugadores que vienen de fuera no sean importantes. Pero aquí los niños se forman con una misma idea, son amigos desde hace tiempo, hay una implicación más allá de una cuestión profesional, también afectiva. Ganar o perder puede ser o no ser. Pero que 9 ó 10 de ellos jueguen una final es un éxito global, de tanta gente que ha contribuido y fueron vitales en su formación. Esto nos hace sentir orgullosos del club que representamos".
Victorias que generan premios. Con todo, Guardiola ha dejado claro que sólo hay tanta representación azulgrana en Zúrich porque el Barça ha ganado hasta cinco títulos en este 2011. Si el equipo no hubiera ganado, quizá serían menos, o ninguno, los jugadores nominados. Lo mismo ocurre con la candidatura de los técnicos: "Si estamos aquí es porque hemos ganado. Es imposible evaluar quién es el mejor entrenador. Estamos aquí porque dirigimos a equipos muy grandes que tienen la posibilidad de dirigir grandes jugadores. Esto no es tenis, sino un juego colectivo en el que todos influyen".
En la Liga, contra un "gran rival". Preguntado sobre la situación actual en Liga, Josep Guardiola ha reconocido la fortaleza del líder, el Real Madrid, que está 5 puntos por encima: "Competimos contra un rival que tiene unos números espectaculares, y tenemos que convivir con el hecho de que después de haber ganado tanto puedas perder un poco la perfección. Dependerá de nosotros y de cómo competimos hasta el final".