Más allá de Mourinho: Florentino

Florentino Pérez Rodríguez, Presidente del Real Madrid C.F y Presidente y Consejero Delegado del Grupo ACS. El 14 de mayo de 2009, Florentino Pérez comparecía en el Salón Real del hotel Ritz para anunciar su aspiración a convertirse, por segunda vez, en presidente del Real Madrid. Ante más de 200 periodistas de 15 países argumentó:

"Vuelvo porque hemos vivido tres años de conductas impropias del que considero el mejor club del mundo. El Madrid debe ser ejemplar, pero hemos vivido una triste etapa que debemos superar cuanto antes. Se ha instalado una forma de ser y hacer en el Madrid que no se corresponde con lo que somos".

Hablar es gratis, bla, bla, bla... y si estos fueron los motivos reales que propiciaron un cambio de presidente en el Real Madrid, ya podemos prepararnos porque se avecina otro. La gestión post-Supercopa del Florentino está siendo un escándalo, lejos de asumir errores y pedir disculpas ha vuelto a ordenar a su "caverna mediática" la defensa a ultranza del Real Madrid. Vídeos y televisiones manipuladas, artículos de opinión a la carta y diarios deportivos al servicio de la causa intentan hacer su agosto.

Una imagen vale más que mil mentiras. El partido pudo verse en 127 países del mundo, países donde tienen la suerte de no sintonizar RTVE, o de no encontrar en sus kioskos panfletos llenos de mentiras, manipulaciones y opiniones teledirigidas. Ellos son inmunes a este "virus" y su lejanía les permite ver la realidad con objetiva imparcialidad. Cualquiera que haya hecho un repaso a la prensa interncional podrá confirmar que hemos asistido a la campaña de desprestigio más destructora de los últimos tiempos, las imágenes de Mourinho agrediendo e insultando a Tito Vilanova han dado la vuelta al mundo en apenas un segundo, llevándose por delante más de 100 años de señorío y grandeza. 

Ya es hora que Florentino empieze a ser el presidente del Real Madrid. Ya es hora que empieze a tomar decisiones y censure públicamente los comportamientos violentos de su entrenador, de lo contrario, podríamos llegar a pensar que él también tolera y defiende esa violencia.



Un artículo de David Jiménez | Ente Líneas