Desconozco si los responsables de diario Marca se dedican a chupar sapos thailandeses o snifan aritos de cebolla en las horas del almuerzo. Desconozco si algún gas alucinogeno entró ayer por la tarde a través del aire acondicionado o un mosquito jamaicano se coló por las tuberías del desagüe.
Quizá se trate simplemente de una bacteria revoltosa que perdura en el despacho de Eduardo Inda y que ataca a todo aquel que traspasa el cordón de seguridad establecido por el psiquiátrico de Madrid. Lo que está claro, es que por Recoletos, en la casa de Pedro J y sus secuaces blancos, alguien vuela sobre nidos de cuco.
La portada de hoy es dantesca, absurda, ridícula, sonrojante y vergüenzajenoide. Leer más...