Hay que reconocer que tiene mucho mérito sobrevivir con chulería a algo tan insólito y probablemente irrepetible como la preponderancia total del Barça en el fútbol mundial.

Pero al madridismo cheli que el lobby merengue potencia desde prensa, radio y TV, le da lo mismo que el globo terráqueo se tiña de azulgrana en cuerpos y mentes de niños, de jóvenes, de adultos y de gente de la tercera edad, de todas las razas, colores y religiones. Les resbala que un equipo acapare la admiración más unánime de la historia del fútbol y que se haya acercado a la perfección en partidos de leyenda, algunos de ellos contra el Madrid de sus entretelas. Y se la refanfinfla que toda esa catarata de virtudes, aparte de constituir una Obra para la Posteridad, haya llevado a su eterno rival a ganar títulos basándose en jugadores, muchos de ellos de la casa, que tratan el balón como un tesoro y que solo caben en esa plantilla si su forma de ser es adornada con un sentido profundo de la modestia.

Ellos erre que erre. No sienten las piernas, pero “no hay dolor”, que diría Rambo. Y como hay que convencer al mundo de que el dominio del Barça en todo es ficiticio, pues las andanadas bajo consigna del lobby son para enmarcar. leer más...