Tras confirmarse el fichaje de
Alexis Sánchez, la prioridad se centra en conseguir el traspaso de
Cesc Fábregas. El objetivo: "tener más amplitud en la plantilla", tal y como manifestó
Guardiola en su primera comparecencia. Una idea que comparte Migueli, ex central del Barcelona: "Es cierto que se debería reforzar un puesto por cada línea", señala. Entonces Pep se olvida de una línea: La defensa. Una vez más, el conjunto azulgrana podría iniciar la temporada con un problema en el eje de la zaga. Cuatro centrales (
Puyol, Piqué, Milito, Fontás) y un 'comodín' (
Abidal) para afrontar seis competiciones con un calendario comprimido por la Eurocopa de Polonia-Ucrania. Si se produjesen lesiones o sanciones podrían encenderse las luces de alarma.
Si bien parecerían suficientes efectivos, los tres años de Guardiola el frente del banquillo del Barcelona indican que no es así. En el año de su debut, con cuatro centrales más Milito en período de recuperación se llegó a la recta final. Con las bajas y la desconfianza en Cáceres, el técnico optó por Yaya Touré en esa demarcación para las semifinales y final de Champions, y la final de la Copa del Rey. Idéntica situación hace escasos meses cuando Busquets y Mascherano se encargaron de reemplazar las ausencias en la zaga azulgrana...
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