Hace justo un año, y con La Rosaleda como testigo de excepción, el entonces presidente del Málaga, Fernando Sanz, apretaba la mano de Abdullah Ben Nasser Al-Thani tras confirmarse que el jeque árabe acababa de comprar la entidad costasoleña por 36 millones de euros. Pero pocos podían imaginar que aquel gesto significaba el principio de una revolución que ahora podría conducir al Málaga a colocar su nombre entre los grandes. Y es que 365 días después, nadie duda de que la llegada de Al-Thani ha supuesto un bálsamo para la entidad blanquiazul, tanto lo económico como en lo deportivo...
leer más |
Sport
Noticias relacionadas:
La Vanguardia - Sur Digital (Andalucía)