Ni las impactantes luces de la elite del fútbol mundial como es este
Barcelona, con instalaciones vip, títulos por doquier y repleto de astros liderados por un tal Messi, lograron encandilarlo. A
Gabriel Milito se le iluminan los ojos cuando habla de
Independiente. Capitán y símbolo del último Rojo campeón a nivel local, el Mariscal hoy sueña con ganar la
Copa América con la Selección, con jugar más seguido en el Barsa y también... con volver al club que lo vio nacer y del cual es hincha. A los 30 años, sabe que su futuro a mediano plazo estará en la Argentina. Lo que deberá definir es si es factible ese anhelo de retirarse en Independiente. “Las ganas están, por supuesto. Me gustaría volver en dos años, pero para eso todavía falta y antes debo evaluar si estoy en un buen nivel. No vendría si no me encontrara en mi plenitud física y futbolística. Antes de dar una mala imagen, me quedo en mi casa o vuelvo a la platea como hincha”, le cuenta a
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