Un año más, los rumores sitúan a Cesc Fàbregas en el Barça la próxima temporada. El jugador del Arsenal puso punto y final a sus "mini" vacaciones en Las Vegas y ya se encuentra en Londres para resolver su futuro más inmediato. Dicen que Fàbregas lo tiene claro y presionará. La próxima semana puede empezar a avanzar la negociación con una oferta del Barça y las gestiones consiguientes de Cesc Fàbregas ante Arsene Wenger.
El Barça presentará una oferta inicial cercana a los 30 millones de euros, muy lejos de las cifras manejadas por el Arsenal. Será el momento en que Cesc Fàbregas juegue un papel protagonista, un papel decisivo que obligue al conjunto londinense a negociar. El jugador deberá mantenerse firme y presionar lo máximo ante los dirigentes del Arsenal (Wenger incluido) haciendo hincapié en que su único deseo es vestir de azulgrana. Debe mantener que su etapa en el Arsenal ha llegado a su fin, que teniendo en cuenta su hoja de servicios y sobretodo su llegada a coste 0 pueda convencer a los "gunners" que no hay marcha atrás.
La teoría parece sencilla, la práctica será mucho más complicada, seguro. Para empezar la experiencia de negociaciones anteriores, Wenger no está por la labor y eso dificultará la negociación hasta límites insospechados. Por si no fuera suficiente, Florentino Pérez sigue torpedeando la operación. el presidente del Real Madrid sabe que no tiene ninguna opción de fichar a Cesc, aunque todos sabemos lo que busca.... encarecer la operación todo lo que pueda. La posible inclusión de jugadores en la operación puede ser complicada, ni en broma barajamos la posibilidad de sacrificar a Thiago Alcántara, el canterano es perfectamente compatible con Cesc. Teniendo en cuenta el sistema del Barça (2 centrocampistas peloteros en el once titular), contar con 4 jugadores de ese estilo en la plantilla (Xavi, Iniesta, Thiago y Cesc) no parece excesivo, parece obligatorio.
Muchas son las voces discordantes con este fichaje, el barcelonismo parece dividido ante la incorporación de Cesc (recriminan su marcha y constantes renovaciones). Seamos positivos (con Piqué lo fuimos y no nos ha ido nada mal), su marcha demuestra ambición y su barcelonismo está fuera de toda duda. Pep Guardiola lo quiere, el vestuario también.
Ha llegado el momento de la verdad, si Cesc quiere, puede.